Vuelve el empate catastrófico

Sea cual fuere el ganador de las próximas elecciones, no cabe duda que volverá al país el tristemente célebre “empate catastrófico”, que parte en dos a Bolivia no sólo en el plano ideológico sino también regional y pone a Santa Cruz como gran protagonista. Por un lado, la región más productiva del país es capaz de inclinar la balanza no sólo para resistir al MAS, como ha venido sucediendo en los últimos 20 años, sino también para derrotarlo o evitar que vuelva a obtener un triunfo abultado que fortalezca su talante autoritario y su capacidad destructiva. Esa es la buena noticia. La mala es que una votación tan polarizada mantiene latente el paradigma político boliviano cuyo lema es “fastidiaos los unos a los otros”. Eso podría cambiar para que Bolivia salga adelante, pero implicaría cambiar de modelo político, abandonar el centralismo y dejar que cada región asuma sus diferencias y haga su aporte desde la diversidad, el pluralismo y la convivencia pacífica. Por desgracia eso no será posible ni aunque gane el más férreo opositor al MAS.