Tribuna

El liberalismo democrático y el populismo con identidad masista

El liberalismo democrático y el populismo con identidad masista
Ovidio Roca | Columnista
| 2025-04-01 00:06:00

"La gran lección de la historia es que no se han aprendido las lecciones de la historia". Aldous Huxley.

Populismo cocalero.- El masismo, aparte de ideología, maneja la identidad. Una identidad que Evo muestra y expresa en sus discursos, la misma que es populista con una conjunción de indigenismo, campesinado cocalero, cuentapropismo, contrabando y trabajo artesanal, todo en el ámbito de la informalidad. Lucho complementa con las pegas públicas.

Superando este sesgo de identidad que ahora prevalece en Bolivia y que, como mencionamos antes, tiene rasgos étnicos, de género y esencia populista y centralista, si actuamos con racionalidad, la ciudadanía demócrata tiene la posibilidad de asumir un mejor rumbo de su vida, con libertad y responsabilidad.

Actualmente, y después de veinte años de masismo, en varias regiones del país surgen movimientos democráticos opositores al régimen cocalero, y si sus dirigentes logran superar sus egos, podrán unirse en un frente común con rumbo al federalismo y lograr éxito.

Esto implica elegir por consenso un candidato único a la presidencia, apoyarlo decididamente y participar en las próximas elecciones nacionales con muchas probabilidades de éxito para la democracia.

Entre el liberalismo democrático y el populismo socialista, es nuestra elección

Vemos cómo el liberalismo propone y permite que cada persona sea libre de elegir cómo alcanza su felicidad y prospera según su talento y esfuerzo.

También observamos cómo los gobiernos socialistas y populistas intentan y logran planificar la vida de cada persona: quitándole la responsabilidad, la libertad y el derecho a buscar su propia felicidad.

Conocemos, asimismo, cómo la izquierda necesita quitarles a unos para darles a otros y redistribuir la riqueza, lo que inevitablemente nos lleva a la igualdad en la pobreza. Un sistema contrario a la propia naturaleza humana, porque cada individuo es un fin en sí mismo.

La diferencia es clara: ¿quieres libertad o un sistema donde el Estado decide por ti?

Liberalismo: una palabra, un término con distintas acepciones

Cuando leemos las noticias políticas de distintos países, nos complicamos con el uso del término liberalismo.

En Europa y América Latina se asocia el término liberal con el liberalismo económico, que propugna la defensa de una economía capitalista con la mínima intervención del Estado.

En Estados Unidos y Canadá se asocia el término liberal con aquellos que defienden los postulados generales del Partido Demócrata, una economía con intervención estatal (socioliberalismo), la justicia social, y que se acercan a ideas progresistas y de izquierdas.

Entendemos el liberalismo como aquel que propone y permite que cada persona sea libre de elegir cómo alcanzar su felicidad y prosperar según su talento y esfuerzo. Y que el populismo necesita quitarles a unos para darles a otros y así redistribuir la riqueza, lo que inevitablemente nos lleva a la "igualdad en la pobreza".

Educación ciudadana permanente

Una sociedad instruida llega a ser una sociedad libre, ya que la educación es un factor que contribuye a la libertad de las personas.

En el sistema educativo y en los medios se transmite información de contenido democrático y liberal, pero también hay una enorme cantidad de propaganda de izquierdas, influyendo así en su audiencia.

Por esto, el desafío es enseñar a los jóvenes que:

● No hay un solo discurso válido, siempre hay alternativas y deben atreverse a cuestionar lo que les imponen como verdad absoluta.

● Así es como la sociedad progresa, porque nacen nuevas ideas y todos nos beneficiamos de ellas.

Para tener una sociedad formada y libre, debemos encontrar maneras directas, fáciles y breves de comunicar a la población las ideas de la libertad, usando para ello lo que mejor les llega: gráficos, subtítulos llamativos e incluso tendencias de redes sociales.

Si las personas pasan horas en TikTok, el mensaje debe estar ahí, presentado de manera dinámica y entretenida. No se trata de obligarlos a leer tratados de economía, sino de mostrarles cómo el mercado libre está presente en su vida diaria: en la música que escuchan, los productos que eligen, las apps que usan.

[ovidioroca.wordpress.com]

Ovidio Roca | Columnista