Oriente Petrolero no pudo despedirse con una victoria del estadio Ramón Aguilera Costas y terminó igualando sin goles ante FC Universitario de Vinto, la noche de este jueves, en un partido que marcó su último compromiso en este escenario antes de su cierre temporal por refacciones, con miras a la final de la Copa Sudamericana 2025, programada para el 22 de noviembre.
El equipo albiverde buscaba redimirse tras la dura derrota 1-5 sufrida en la primera fecha ante Aurora. Sin embargo, volvió a tropezar en su intento de levantar cabeza, mostrando una preocupante falta de profundidad ofensiva y escasas ideas para marcar diferencias en el campo.
La primera jugada clara llegó a los 10 minutos, cuando José Alipaz sacó un potente remate desde larga distancia que se estrelló en el travesaño. Poco después, Vladimir Gálvez probó con un zurdazo que obligó al arquero Jhunior Vera a exigirse para evitar el tanto.
Walter Chalá intentó abrir caminos por las bandas, generando desgaste en la defensa rival, pero su esfuerzo no encontró acompañamiento efectivo. Las imprecisiones en los últimos metros permitieron que el orden táctico de Universitario, dirigido por Thiago Leitao, se impusiera.
En el complemento, Oriente insistió con jugadas por los costados. La más clara fue una volea de Diego Bejarano dentro del área, que Vera detuvo con una gran reacción, manteniendo su arco en cero.
El momento más preocupante del encuentro ocurrió a los 83 minutos, cuando Franz González y Daniel Camacho chocaron cabeza con cabeza en una disputa aérea. Camacho debió ser trasladado en ambulancia por precaución ante una posible conmoción cerebral.
Debido a esta situación, se aplicó la nueva normativa que permite una sexta sustitución en casos de lesión por golpe en la cabeza. El equipo rival también recibió la habilitación de un cambio adicional.
En los minutos finales, Oriente presionó en busca del gol del triunfo, pero se quedó con las manos vacías, lamentando haber dejado escapar dos puntos en casa. Por su parte, Universitario se fue conforme con un empate trabajado, resistiendo con firmeza ante un rival que no supo cómo romper la paridad.
