
El segundo monumento del año ha dejado otra oda al ciclismo. Un "déja vu" del Tour de Flandes de 2023, otra demostración de Pogacar de que si erra en San Remo, lo volverá a intentar en "territorio comanche" hasta llevarse la victoria. Y el esloveno, ataviado con el maillot de campeón del mundo, ha demostrado que si el terreno pica lo suficiente, no hay rival que pueda con él. Su octavo monumento, su segundo Tour de Flandes y el empate en este 2025 en monumentos ante Van der Poel en un duelo en el que se buscará desempate en la París-Roubaix del domingo. Este Tour de Flandes comenzó de forma accidentada, con Van der Poel viéndose implicado en una caída a 125 kilómetros de meta. Esta montonera no tuvo consecuencias para él pero sí para muchos otros ciclistas del pelotón. Para añadir más imprevisibilidad a este Tour de Flandes, se armó una fuga muy peligrosa, con hombres como Ganna, Küng o Bennot que hicieron que UAE y Alpecin tuviesen que quemar muchas naves para que no supusieran un problema de cara a la victoria final.
El segundo paso por el Oude Kwaremont rompe la carrera Como nos vienen acostumbrando, ver un pelotón unido a falta de 50 kilómetros parece una quimera. El segundo paso por una de las colinas empedradas más famosas del mundo del ciclismo sirvió como corneta de inicio de guerra. Pogacar atacó y pilló de imprevisto a Van der Poel, que adelantó cual Fórmula 1 a varios ciclistas como si fuese una de sus exhibiciones de ciclocrós. Junto a ellos se unieron Pedersen, Jorgenson y Van Aert, los cinco principales favoritos junto a Ganna, quien estaba aún en el grupo cabecero.
Tras el paso por el Koppenberg, a 45 kilómetros de meta, este grupo de cinco se unió a la cabeza de cabeza, donde Visma y Lidl-Trek contaban con más ayuda para frenar a las dos bestias del ciclismo actual. Stuyven (Lidl-Trek), un clásico de las piedras de primavera, sirvió muchas veces de nexo entre Pogacar, Van der Poel y Pedersen, quien perdía comba en cada subida pero sabía sufrir para volver a unirse a los dos principales favoritos.
Pogacar vuelve a ganar a la historia con su octavo monumento Y fue el mismo ataque que en 2023 el que decidió la carrera. El último paso por el Kwaremont, con Pogacar atacando desde el principio y con Van der Poel perdiendo milímetro a milímetro la rueda de un monstruo que es capaz de acabar con el mejor "clasicómano" de los últimos tiempos mientras busca en tres meses su cuarto Tour.
Abrió más hueco aún en el último paso por el Koppenberg y celebró con tranquilidad su segundo Tour de Flandes, que acabó con Pedersen y Van der Poel en el podio, tal y como sucedió en la primera "De Ronde" del esloveno. La mejor noticia española es el "top-10" de García - Cortina, tercer española que logra entrar entre los diez primeros en este monumento.
"Pogi" es una anomalía estadística que no renuncia a ninguna carrera, que ama el ciclismo tanto que ha recordado a los espectadores de Grandes Vueltas la grandeza de las clásicas y que buscará la semana que viene el más difícil todavía en Roubaix.
Porque la grandeza de Pogacar no es solo la victoria, si no hacer pensar a creyentes y ateos que puede ganar San Remo o el "Infierno del Norte", porque por encima de las victorias está el mito y la leyenda de contar en unos años que vimos a un "caníbal" que solo competía con la historia..