Echando mano a esa antiquísima locución adverbial que ya usaban nuestros clásicos para significar algo insignificante y por un asunto baladí, como solía usar Don Quijote con su escudero Sancho, para que se dispusiese a ir con él de buena gana, porque tal vez podría sucederle una aventura que le impida ganar “por quítame esas pajas alguna ínsula, y le dejase a él por gobernador della"
La alegoría expuesta y cuya obra pareciera ser una de las más radiantes intrigas de la “inteligentia masista” surge a raíz de la carta que el precandidato Jorge Tuto Quiroga recibió el pasado miércoles 2 de abril, de parte de los cinco miembros que integran el bloque de oposición, “conminándolo” a dar una respuesta en 24 horas, respecto a cumplir sus compromisos y respetar los términos de la encuesta dirigidos a definir el candidato oficial de la Unión, el día 5 de abril.
Ni el G2 Cubano, ni Lavrenti Bería, exjefe de la NKVD stalinista, habrían sido capaces de tan hábiles y efectivas maquinaciones, ya que con ello no solo lograron sacudir las bases de la unidad de las fuerzas del masismo castrochavista, sino que lograron hábilmente detener el mismo episodio que se dio el 2016, cuando el mismísimo Evo Morles, aun detentor de un poder omnímodo, fue derrotado en las urnas en un referéndum por 51 a 49 y un fenómeno similar se dio el 2019, cuando tuvo que acudir al más desvergonzado fraude para evitar su descalabro.
La respuesta de Quiroga a la antedicha misiva, en la que se lo “conmina” a dar una respuesta en 24 horas “respecto a cumplir sus compromisos y respetar la encuesta para definir el candidato el 5 de abril” no deja de tener el tufillo de una carta de despido ordenada por un gerente de empresa, que siente amenazada su posición por un serio y más capaz competidor. Asimismo, Tuto advierte que inscribiría su alianza por separado antes del 9 de abril. ¿Otra victoria del MAS?
En nuestro modesto parecer, y tratando de comprender la situación por la que atraviesa el expresidente Quiroga ante esta suerte de dislates, entendemos muy bien su decisión de no dejar el Bloque de Unidad y, por el contrario, solicitar al TSE modificaciones urgentes de la Ley y las normas que eviten otro fiasco como: a) la revisión del padrón Electoral, (burdamente amañado por venezolanos y cubanos); b) Que sea el Tribunal Supremo Electoral el encargado de diseñar la encuesta que defina al candidato: y c) otros arreglos urgentes que permitan la realización de estos próximos escrutinios en el más estricto marco de la legalidad.
Han transcurrido dos décadas, desde que los latinoamericanos: desde México hasta la Argentina, vemos atónitos como nuestra suerte política, económica y social fue fraudulentamente manipulada y jugada en mesas electorales arregladas para el robo y el engaño, bajo supuestas leyes de honor, que otrora fueron creadas por ese gran filósofo y pensador político Montesquieu, sobre la democrática distribución de las funciones del Estado y la separación de poderes. Contribuyendo así a definir el principio de las democracias occidentales.
Hoy, a un escaso centenar de días, de volver a las urnas electorales, vemos con estupor que fueron vanas nuestras esperanzas por unas elecciones limpias y honradas, y los fantasmas del vicio, la dilapidación y el derroche de nuestras riquezas se hacen nuevamente presentes, prometiéndonos encuestas, pero NO propuestas.