Alianza imposible

En el occidente del país no quieren a Tuto, a Mesa, a Doria Medina ni a ninguno de los referentes políticos tradicionales. Quieren al MAS, independientemente de quién sea el candidato y lo quieren porque el “proceso de cambio” es el reaseguro de que se mantenga intacto del modelo andinocentrista, rentista y extractivista con todos sus vicios, taras, mafias políticas y redes clientelares ancladas al estatismo. Si alguno de los opositores quiere ganarle al MAS no tiene otra opción que buscar votos en el oriente boliviano, especialmente en Santa Cruz, la región más poblada del país. Los cambas ya han votado hasta por Mesa un centralista recalcitrante y odiador confeso de los cruceños. Lo hicieron porque cualquier cosa es mejor que seguir con el MAS, pero no lo volverán a hacer a menos que se construya un acuerdo que defina una nueva relación del departamento con el estado. La verdadera alianza opositora no es entre candidatos, tiene que ser con Santa Cruz, que obligatoriamente debe asumir un rol político gravitante en el estado boliviano para conseguir una verdadera transformación. Eso no le conviene a los dinosaurios centralistas y por eso es que boicotean la unidad. El MAS responde mejor a los intereses de sus dueños.