Tribuna

El estratega político

El estratega político
William Herrera Áñez | Jurista y autor de varios libros
| 2025-04-12 08:08:58

Las campañas electorales se han complejizado tanto que los potenciales candidatos necesitan el asesoramiento de verdaderos estrategas políticos. El “gran estratega” de las campañas electorales, ha desplazado a los tradicionales “asesores” de imágenes, aficionados, publicistas o filósofos militantes. Ha llegado la hora de la “consultoría política”, que nació en los Estados Unidos, y muy pronto se convirtió en una disciplina científica en los medios académicos, diferente a la Ciencia Política y a la Administración Pública.

El estratega y su equipo multidisciplinario planifica todo y tiene un rol relevante en las campañas o contiendas modernas. El término campaña viene del lenguaje militar y todavía existen algunas analogías que se siguen tomando de este campo. Así, por ejemplo, el candidato comanda la confrontación electoral, y debe tener su estado mayor, y dentro del mismo ‒el consultor político‒, que piensa con frialdad las acciones, decisiones y consecuencias que se tomen en la campaña (cualquier error o desliz puede hacer perder una candidatura o elección).

Todo estratega serio trabaja con especialistas en investigaciones sociales, que realizan estudios cuantitativos, cualitativos, demográficos, electorales, económicos, para tener un diagnóstico del electorado que se pretende cautivar y conquistar. Una campaña sin investigaciones es como un barco sin brújula. Sólo a partir de la información, debidamente procesada y depurada, el estratega puede hacer su trabajo, elaborar un plan, lanzarlo y hacer seguimiento y luego confrontarlo con nuevos estudios. Recién después de hecha la investigación y planteada por escrito la estrategia, un consultor que conozca las técnicas de la comunicación propia de la televisión, la radio, la publicidad, internet, las redes sociales debe proponer las forma en que se va a comunicar el mensaje a los electores.

Y cuando no existe un consultor político especializado en campañas electorales, un buen publicista puede ocupar su lugar. Todo depende de las circunstancias, de las personas, del presupuesto disponible, y sobre todo del candidato y sus niveles de confianza con los distintos miembros del equipo. El consultor introduce un elemento de racionalidad en la campaña, optimiza los recursos y busca hacerla más eficiente y efectiva. Estos expertos buscan el éxito, no porque sean geniales, ni porque intuyen nada, ni porque tienen creatividad, sino porque son personas con experiencia que estudian, analizan, planifican y ponen una dosis de pragmatismo y racionalidad a la campaña. Lo más importante es que realmente haya trabajado muchas veces en distintos escenarios, porque eso les proporciona la experiencia necesaria para afrontar mejor los problemas viejos y nuevos que aparecen en todo proceso electoral.

La estrategia es un plan general que orienta todo lo que se hace y se deja de hacer, todo lo que se comunica o se deja de comunicar en los medios masivos. Este plan general integra todas las acciones dentro de un conjunto coherente, hace que los elementos se refuercen unos a otros, calcula las consecuencias de cada acción en el conjunto de los electores, en los targets específicos, en los votantes de los otros candidatos y en otros actores que influyen en el resultado final. Y si el diseño estratégico está bien hecho, el estilo del discurso, el mensaje, la ropa, la publicidad, el comportamiento del candidato y su entorno responderán a un diseño y ayudarán a ganar las elecciones. La estrategia analiza el corto, mediano y largo plazo, calcula y mide las consecuencias de las acciones, tanto lo que ocurrirá el día como después de la elección.

La estrategia propone un calendario que distribuye el tiempo y las tareas que se deben hacer desde el inicio de la campaña hasta el día de la elección. Las campañas electorales tienen distintas fases, y en cada una de ellas se deben atender distintos problemas. La estrategia del consultor tiene que ayudar al candidato a tomar decisiones inteligentes a lo largo de la campaña, orientar cuándo y cómo atacar, cuándo y cómo defenderse, de modo que todo lo que haga conduzca a ganar las elecciones. Y cuando se termina una campaña se repite un rito: si se triunfa fue por la genialidad del candidato; pero si se pierde estuvo mal asesorado por el consultor político.

*Jurista y autor de varios libros.

William Herrera Áñez | Jurista y autor de varios libros