Tribuna

Todo es posible en Bolivia

Todo es posible en Bolivia
Gisela Derpic - Abogada | Abogada
| 2025-05-13 00:08:00

Hay una creciente preocupación ciudadana por la situación y el futuro político del país, manifestada en los intercambios y debates que inundan las redes sociales todo el tiempo. Es una buena señal, pues hace sospechar que, si llega a ser necesario habrá quienes dejen los celulares y tomen pacíficamente las calles para cumplir su deber de rebelarse contra el abuso.

Sin embargo, el contenido y enfoque de las publicaciones dan cuenta de una debilidad que lanza un reto importante: queda claro que no se distingue las diferencias de visión, valores y lógica de pensamiento que separan a quienes ocupan la vereda autoritaria y la democrática. Lo más preocupante es que tal debilidad no es propia sólo de los ciudadanos de a pie, sino también de aquellos que pretenden liderarla y de algunos analistas políticos. Todo ocasiona confusión, aporte a los planes de reproducción masista en el poder.

En otros términos: no se asume que la frecuencia de sintonía de los masistas es muy propia y que una de las claves del éxito para reconquistar la democracia es descifrar lo que ven, sienten y piensan ellos para comprender, anticipar, contener y contrarrestar sus tácticas y estrategias con eficacia.

Es una tarea difícil, como aprender un idioma ajeno con tal dominio que se piense y se sueñe en él. Por eso, no debe ser encomendada a todos los ciudadanos demócratas; sino y por una parte, al menos a algunos de los profesionales de la opinión cuya voz suele ser muy escuchada, de manera que hagan una contribución en el plano de formación de criterio acertado y eficaz en la sociedad.

Por otra parte, a las decenas de autoproclamados candidatos a las primeras, segundas, terceras y un largo etcétera funciones de representación política disidente y opositora. Este es un momento oportuno para informarles que, si bien para ser político se necesita más acción que teoría, al menos quienes quieren representarnos deberían alcanzar algún mérito adicional a exhibirse haciendo cualquier cosa en las redes. Uno de tales méritos es, precisamente, estudiar al adversario para conocerlo y entenderlo. Otro, hablar y actuar después de haberlo hecho.

En la cuenta regresiva para las elecciones generales de agosto, hay incertidumbre respecto de si el oficialismo presentará una, dos o tres candidaturas. Esto se vincula con la incógnita acerca de la ruptura interna del MAS. Incógnita si no se hurga en el fondo, pues las reyertas de cantina entre sujetos de a cuál peor catadura, sumadas desde hace casi tres años han cumplido su función: distraer, sin haber derivado en resultados dañosos para ninguno de los supuestos bandos.

Además, habría que ser muy ingenuo para descartar que, al final del camino, se abuenen: “Hermano, yo te quiero” es bastante posible. También haría falta ser muy tonto para no considerar que la angurria de poder del “líder de los humildes” -y “protector de las niñas” podría añadirse- no lo lleve a rabietas de mayor gravedad, salvo que entre ellas y su demostrada cobardía, gane ésta. En cualquier caso, a la cárcel no irá, seguirá reinando en su feudo en el trópico de Cochabamba, provocando algunos malos momentos en la medida que todavía reciba algunos aportes de… él sabrá de dónde.

Por ahora, sobre el oficialismo la certeza es cero. Ya se ha perfilado en medio la alternativa de que se postule el jovencito, aprovechando otra vez las ansias ciudadanas de “uno que sea nuevo”, confiando en que se olvide aquello de “dime con quién andas y te diré quién eres”, pasando por alto que tiene ya un pasado y no muy brillante como presidente del senado. También que lo haga el “gurú” de la economía -subterránea por cierto- con su despintado perfil. Del inhabilitado, aupado por una justicia que dice perseguirlo, no se sabe. Todavía.

¿Se puede descartar que el plan sea acabar de simular democracia logrando ungirse, como ya lo hicieron de hecho- oficialismo y oposición en las elecciones? No, no se puede. En realidad, respecto de los masistas, todo es posible. Y hay que reconocerles su maestría en la mentira. Mucho más: habría que darles post post post doctorado en ella. Tal vez Salamanca y la CLASCO podrían asumir ese honor.

La única pregunta pertinente es a favor de quien bombeará el árbitro electoral, pues… ¿se puede descartar que haya manipulación del sistema? No, no se puede. Porque la mentira, la avivada, la falta de escrúpulos, la inmoralidad son objetos de culto y práctica cotidiana de los masistas. Son capaces de todo.

En medio de estas cavilaciones, las únicas certezas las han venido dando esos que se llaman opositores. Parece que quedaron tan impactados por las malas artes de sus dizque adversarios, que los dos más conocidos han decidido seguir el ejemplo de Rolando Cuéllar y Héctor Arce, dándose a la tarea de insultarse briosamente para matar de rabia a la gente de buen sentido y de risa a los masistas. Por desubicados o ellos sabrán por qué.

Así pues, todo es posible. Que Dios, las energías y los ajayus se apiaden de nosotros y nos renueven la fuerza que tenemos para luchar. El resto no está en nuestras manos.

Gisela Derpic - Abogada | Abogada