Me preguntaron en mi consultorio en la aplicación Amén por qué los evangelios apócrifos no fueron aceptados y si es pecado leerlos, lo cual me pareció un tema interesante para darle respuesta pública.
Estos “evangelios” no son aceptados como canónicos por la Iglesia Católica y muchas otras denominaciones cristianas por varias razones:
1 . Origen y Autoría: Muchos de estos textos fueron escritos mucho después de la muerte de los apóstoles, por lo cual no se consideran genuinamente apostólicos. La autenticidad de la autoridad es un criterio crucial para aceptar un texto como parte del canon.
2. Relación con la Tradición: Los evangelios canónicos ( Mateo, Marcos, Lucas y Juan ) están en armonía con la tradición apostólica y las enseñanzas que han sido transmitidas a lo largo de los siglos lo cual les otorgaba una autoridad especial como testigos directos o transmisores fieles de las enseñanzas y la vida de Jesús. Los apócrifos, en cambio, a menudo presentan enseñanzas que son inconsistentes con la fe cristiana ortodoxa. Los evangelios “canónicos” (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) fueron aceptados porque se creía que tenían una conexión directa con los apóstoles de Jesús o con sus colaboradores cercanos. Mateo y Juan fueron apóstoles, mientras que Marcos fue asociado con Pedro y Lucas con Pablo.
La mayoría de los evangelios apócrifos surgieron más tarde, a menudo en el siglo II o incluso después. Sus autores eran desconocidos, pseudoepigráficos o pseudónimos (es decir, atribuían falsamente sus escritos a figuras apostólicas para ganar credibilidad). La falta de conexión directa con los apóstoles levantó sospechas sobre su autenticidad y la fidelidad de su contenido a la tradición apostólica original.
3. Contenido Teológico: Muchos evangelios apócrifos introducen elementos doctrinales que no son aceptados por la Iglesia, como ideas gnósticas, que negaban la encarnación real de Cristo o la importancia del sacrificio redentor. Los canónicos, en cambio, presentan un retrato de Jesús y sus enseñanzas consistentes con el resto del Nuevo Testamento y con la tradición cristiana primitiva. Por ejemplo, algunos evangelios apócrifos se centran en supuestas enseñanzas secretas de Jesús, o presentan una visión diferente de la naturaleza de Jesús, su crucifixión y/o resurrección.
4. Criterios de Inclusión: En el proceso de formación del canon, se utilizaban ciertos criterios que debían cumplirse, como el uso general en la liturgia, la coherencia doctrinal y la conexión con los apóstoles. Los apócrifos no satisfacen estos criterios, a menudo eran conocidos y utilizados por grupos particulares, o en regiones específicas, pero no fueron reconocidos por la Iglesia en general como Escritura normativa para la fe y la práctica.
5. El papel del Magisterio: el proceso de canonización de los evangelios (y de todo el NT) fue un proceso complejo que tomó varios siglos. La Iglesia primitiva, guiada por la tradición apostólica y el Espíritu Santo, discernió cuáles escritos eran auténticos, autoritativos y conformes a la fe recibida de los apóstoles. Ha habido varios concilios y sínodos a lo largo de la historia que determinaron qué textos serían considerados canónicos. Las decisiones tomadas en estos encuentros se basaron en los criterios mencionados. Todo culminó en los criterios establecidos por la Iglesia primitiva para garantizar la autenticidad y la fe ortodoxa.
Respecto a si es pecado leerlos: Lo primero que diré es que si fuese pecado no se venderían en las librerías católicas, no se encontrarían fácilmente en sitios y portales católicos y la Iglesia no los hubiera utilizado para extraer datos que la tradición ha utilizado para evangelizar, como por ejemplo los nombres de los Reyes Magos, y los datos sobre los padres de la Virgen María. No, no es pecado leerlos, sin embargo, es crucial abordarlos con precaución, discernimiento y un entendimiento claro de que no son parte de la Sagrada Escritura. Dios con nosotros.