Bajo el penoco

La excusa como gobierno

| 2025-05-23 00:08:00

Otra vez, Bolivia entera soporta largas filas para conseguir combustible. Otra vez, el Gobierno –con YPFB como mascarón de proa– opta por la estrategia de siempre: buscar culpables, victimizarse y negarlo todo. La escasez de diésel, la paralización de la terminal de Arica, el paro de los cisterneros y la falta de dólares son síntomas de un problema mucho más profundo: un Estado que no sabe gobernar y una petrolera estatal que opera como aparato propagandístico, no como empresa estratégica. En vez de asumir su responsabilidad, el Gobierno acusa a los transportistas de “especulación” y amenaza con rescindir contratos. ¿Ese es su concepto de diálogo? Mientras tanto, los bolivianos pagan el precio de su inoperancia, haciendo filas interminables, viendo cómo se paraliza la producción y aumenta la desesperación. La crisis energética es solo un reflejo de la crisis estructural: una economía en picada y un poder que prefiere inventar excusas antes que enfrentar la realidad.