En vísperas de unas elecciones que pondrán a Santa Cruz como el nuevo eje político electoral del país, vale la pena reiterar lo que sigue.
1. La primera Guerra Federal la ganó La Paz
Bolivia vivió a fines del siglo XIX la llamada Guerra Federal, que expresó el cambio del eje geopolítico nacional desde la minería de la plata y el poder de la sociedad criolla chuquisaqueño-potosina hacia la economía del estaño, el comercio con el Pacífico y el poder de la modernidad mestiza de La Paz. Son conocidos sus episodios políticos y militares, algunos muy trágicos. Bolivia se polarizó, en ese entonces, entre dos visiones de país y su destino.
La Guerra Federal, por la magnitud y profundidad de su contenido histórico, tuvo efectos políticos, sociales y culturales que marcaron la vida nacional posterior a 1900. Impactó a la geografía nacional, a las alianzas étnicas, a la viabilidad de la posterior Guerra del Chaco y no hubiera sido posible la Revolución Nacional de 1952 sin la Guerra Federal; permitió también la construcción desde La Paz del Estado democrático centralizado del siglo XX, algunos de cuyos rasgos más conservadores se van agotando con el gobierno del MAS.
Pero desde 2003, se visibilizó que Bolivia vivía una especie de segunda Guerra Federal, con sus características y propio eje de cambio geopolítico.
2. Bolivia, locomotora estatal con lo plurinacional y lo autonómico
La Bolivia que nació con la primera Guerra Federal, conformó –paradójicamente– un Estado centralizado, pues las decisiones políticas –desde nombrar prefectos y alcaldes hasta otorgar pupitres escolares– se tomaban en La Paz. Al finalizar el siglo XX y con la Ley de Participación Popular (1994), se inició el viraje descentralizador que con la nueva Constitución de 2009 selló su destino autonómico y semifederal.
En comparaciones ilustrativas, con sus 19 comunidades y dos ciudades autónomas, España es Autonómica desde 1978 e incluso avanza hacia el Federalismo con Cataluña. Y otro caso próximo es Canadá, por las autonomías indígenas semifederales de los esquimales y otros pueblos, donde hay una alta capacidad decisional basada en el amplio catálogo de derechos.
Las ya varias elecciones subnacionales en nueve departamentos y 340 municipios, han ido gradualmente ratificado que la Bolivia autonómica esta vivita y coleando. Y como las fuerzas políticas más o menos diferentes del MAS van venciendo en cada vez más ciudades capital e intermedias, el reiterado desempeño centralista, autoritario y corrupto al extremo del MAS desde el gobierno nacional impulsa una creciente radicalización del proceso autonómico.
3. Bolivia desde 1952: la vía conservadora del MAS y la vía modernizante de Santa
Cruz
Al iniciar el siglo XXI, con la Asamblea Constituyente y los acuerdos políticos de 2008, Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, lograron que el nuevo orden constitucional de 2009, exprese un nuevo pacto político. Aquí está en realidad la primera batalla ganada por Santa Cruz en la II Guerra Federal del siglo XXI boliviano.
En lo económico y con la Revolución de 1952, se apostó por un modelo de desarrollo de economía diversificada que tenía como base al oriente productor. A 2021, si Santa Cruz no existiese como es ahora, entonces Bolivia no existiría como existe hoy. Ambos son comprensibles en el presente, sólo a partir de los resultados efectivos y concretos del proyecto de país desarrollado desde 1952. Por ello, la economía de Santa Cruz desde fines del siglo XX es ya la economía nacional global, así como la economía y visión de país de La Paz fue a fines del siglo XIX la nueva economía y el nuevo país emergente que se proyectó en el siglo XX pasado. Y estos procesos políticos y económicos con Santa Cruz como eje geopolítico, tienen su gran correlato y asiento demográfico como el Censo de 2024 lo mostró.
4. Santa Cruz va ganando la segunda Guerra Federal de un modo indefectible
En ese marco, lo que está ocurriendo en el tema tierra y territorio en Santa Cruz es lo más equivocado, destructivo y conservador que puede hacer el gobierno del MAS. Las acciones de traslado masivo de migrantes altiplánicos, los avasallamientos, incluida la compra dolosa de miles de hectáreas por el hijo del presidente Arce, buscan frenar el único modelo exportador viable del país y la seguridad alimentaria que permite el 70% de los alimentos que consume Bolivia.
Así, todos los acontecimientos políticos , sociales, demográficos, económicos, políticos e incluso culturales de los últimos 4 años, nos permiten señalar que en cada batalla política que se produjo, el gobierno del MAS mantuvo su ceguera y fue derrotado sucesivamente por la veta más dinámica de la Revolución Nacional de 1952 concretizada a inicios del siglo XXI en Santa Cruz, confirmando que este departamento va ganando la II Guerra Federal de Bolivia y –a diferencia de La Paz en la I Guerra Federal– sin disparar un solo tiro. Y las elecciones nacionales de agosto de 2025 solo confirmarán esta clara tendencia.