Clepsidra

Augurios consumados

Augurios consumados
Álvaro Riveros Tejada | Columnista
| 2025-06-05 00:55:57

Del maravilloso repertorio de frases ingeniosas, aforismos y sentencias que Sir Winston Churchill nos legó, hay una, en especial, que coincide con el propósito del presente artículo y dice: “El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene y poder explicar, asimismo: mañana, el mes próximo y el año que viene, por qué no ha ocurrido”.

Desde el Río Bravo, hasta la Patagonia, nuestra América se ha debatido en estos últimos 25 años, en medio de una de las crisis económicas, políticas y sociales más profundas que se tenga memoria, gracias al advenimiento de regímenes engendrados por el Foro de Sao Paulo y bautizados en las aguas doctrinarias de un abstruso Socialismo del Siglo XXI., desconocido hasta por su progenitor, el alemán Heinz Dietrich, por honorarios mañosamente no devengados.

La corrupción, el narcotráfico y una desinstitucionalización desembozada fueron la característica de esos gobiernos que, en una absoluta decadencia moral de sus organismos, han contribuido a esta debacle. Y países, que otrora eran el referente del orden, el progreso y las locomotoras del desarrollo, como: México, Brasil y la Argentina, se convirtieron en los furgones de cola de ese tren de la desgracia. Está por demás mencionar lo que pasó con los que se adscribieron a esta farsa, como: Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Paraguay, Chile, Perú y nuestra propia Bolivia.

Para justificar esa tragedia, los circunstanciales gobernantes populistas de esos países acudieron al fácil expediente cubano de echar la culpa de su desdicha a los Estados Unidos, olvidándose de que en la historia de sus naciones no hubo jamás una conjunción de bonanza como la que les tocó administrar, gracias a los altos precios de las materias primas, especialmente del petróleo y los minerales. Sin embargo, la improvisación y el despilfarro dejaron tras de sí monstruosas deudas, tanto internas como externas, cuya obligación de pago ha hipotecado el futuro hasta de nuestros tataranietos.

La rica Venezuela, cuyos inmensos recursos sólo sirvieron para mantener la monarquía comunista cubana y la creación de parásitos políticos en todas esas satrapías donde introdujeron el castrochavismo, se debate en medio de la rapiña, el latrocinio y el abuso de una tiranía causante de los índices de escasez, hambre y miseria que cada vez la van igualando gradualmente, con la tristísima Haití.

La Argentina es otro ejemplo de lo que no se debió hacer, donde los socialistas lograron en dos décadas, como si de un homenaje al gran Astor Piazzolla se tratara, convertirla en un verdadero Cambalache. Con el pretexto de que los fondos buitres se comieron su riqueza, en una trama de robo y asesinatos nos demostraron palmariamente que los buitres eran sus propios gobernantes. Hoy, gracias al gobierno de Milei, esa nación vuelve a avizorar un futuro promisorio

Finalmente, en esa danza multimillonaria de dólares no estuvimos ausentes los bolivianos, con la agravante de que el sistema depredador e inoperante sigue en funciones y rumbo a unas inciertas elecciones, donde el vencedor pretende ser el que no puede, ni debe figurar en ellas por el simple hecho de estar inhabilitado judicialmente e incurso en delitos sexuales empero, como ya se veía venir, el sistema comunistoide y residual del continente está dispuesto a jugar sus últimas cartas, que corroboren ese cúmulo de Augurios Consumados.

Álvaro Riveros Tejada | Columnista