Bajo el penoco

Grandeza

| 2025-05-06 02:10:00

En la historia de la política hay notables ejemplos de líderes que hicieron un cambio ideológico radical que no sólo los catapultó a la fama y la gloria, sino que los ayudó a conducir grandes transformaciones en sus países. El chino Deng Xiaoping dejó que el capitalismo ingrese en su país y con esa simple decisión lo convirtió en una potencia y sacó de la miseria a millones de compatriotas. El peronista Carlos Menem tiró al tacho de la basura los dogmas de su partido y Argentina pasó de la hiperinflación a la bonanza en tiempo récord. El español Felipe Gonzalez olvidó su pasado socialista y durante su mandato sacó a España del subdesarrollo. El marxista Ricardo Lagos fue otro que optó por la amnesia voluntaria y puso a Chile en lo más alto de la modernidad y la prosperidad. Si ir muy lejos, en Bolivia tenemos a uno de los más ilustres “camaleones”, Víctor Paz Estenssoro, padre de la estabilidad económica, destruida por el MAS. Algunos creen que el cocalero Andrónico Rodríguez es capaz de ingresar en esa lista de líderes que tuvieron la grandeza de cambiar de opinión. El problema es que el presidente del senado no sólo tiene que empezar cambiando de “jefazo”, sino también de “patrones”, los mismos sujetos que mandan en el Chapare y que dirigen la mayor transnacional del crimen del mundo.