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Elecciones judiciales mexicanas: otra estrategia envolvente del Socialismo del S. XXI

Elecciones judiciales mexicanas: otra estrategia envolvente del Socialismo del S. XXI
Arturo Yañez Cortes | Columnista
| 2025-06-09 00:17:53

Tomando como modelo el muy demostrable fracasado sistema boliviano, en cumplimiento de una muy discutida reforma constitucional introducida durante la gestión de AMLO y en medio de fundadas dudas de parte de la Academia y ciudadanía; los mexicanos acaban de realizar su 1era -y supongo a la vista de sus resultados y una pizca de sentido común- última elección judicial general en la intentaron elegir no solamente como aquí se pretendió altos cargos de su sistema de administración de justicia, sino absolutamente a todos: estaban en juego aproximadamente 2.600 cargos de magistrados y jueces de sus tribunales federales, estatales y federales, además de su Corte Suprema, a partir de más de 7.700 candidatos.

Como ocurrió aquí los postulantes no podían hacer propaganda directa usando fondos públicos o privados por lo que su organismo rector habilitó una plataforma on line para hacerles conocer; aunque -como también fue el caso boliviano- los candidatos por debajo de la alfombra detonaron una guerrilla propagandística en las RRSS.

A la vista de sus desastrosos resultados, no pude dejar de acordarme de algunos phajpakus de estos lares que cuando similar dislate se introdujo en nuestra Constitución ensangrentada de La Calancha; dijeron que nuestras normas -entre ellas la elección judicial popular- eran “for export” y que vendrían legiones de juristas extranjeros en cantidades industriales para ver con su boca abierta el invento boliviano. Cierto, ocurrió algo parecido, sus bocas quedaron abiertas, pero…de risa.

Y a las pruebas sobre sus pobres resultados me remito: según el Informe Preliminar de la Misión de Observación Electoral (MOE) de la OEA (disponible en 2025_MEXICO_MOE_Elecciones_Judiciales_-Informe_Preliminart_ESP.pdf); la elección estuvo plagada de, para ser educadito, irregularidades. Por ejemplo, los ya famosos “acordeones” mediante los cuales grupos de poder principalmente desde partidos y estructuras de gobierno locales repartieron entre sus militantes para votar por los suyos. Aquí también pasó algo parecido. También, cualquier parecido no parece coincidencia, la MOE resalta que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial que gobierna el proceso electoral estuvo conformada por dos magistrados prorrogados cuyo mandato había fenecido el ante año pasado. ¿Cara conocida no?

Ya en el fondo, el informe de la MOE a través de Control de Convencionalidad puntualiza que como establece la CADH y especialmente la CORTE IDH ha resuelto, si bien no existe un sistema específico para la elección de la judicatura, la selección de los jueces y las juezas debe hacerse exclusivamente por mérito personal y capacidad profesional ya que de lo contrario abre un alto grado de discrecionalidad que no permite escoger necesariamente a los candidatos más idóneos, ya que uno de los objetivos principales que tiene la separación de los poderes públicos, es la garantía de la independencia de los jueces frente a todos los poderes fácticos.

Ala vista del proceso previo, incluyendo la imposibilidad del ciudadano de impugnar a los candidatos, se resalta la inexistencia de garantías de que quienes resulten electos tengan la solvencia técnica, idoneidad y capacidades específicas que los cargos que asumirán, requieren. Por ejemplo, la prensa informa que quien sería el próximo Presidente de su Tribunal Supremo será un indígena mixteco y exasesor de la antigua guerrilla zapatista que logró apenas el 5,3% aunque fue el candidato más votado entre los aspirantes a ministros, pero que no tiene ninguna experiencia jurisdiccional, habiendo durante mucho tiempo activismo en favor de derechos de pueblos indígenas. Es más, aunque obviamente la MOE no lo dice, se sabe que luego de esas “elecciones” como también aquí pasó, la Judicatura incluyendo sus altos tribunales de cierre, quedaron en manos de simpatizantes del partido de gobierno, disfrazados de jueces. Por ello, la actual Presidenta calificó grotescamente el proceso como: “Inédito. Impresionante. Maravilloso. Democrático”. Aunque y conste que es Doctora en Ingeniería en Energía, solo votaron el 13% de los mexicanos habilitados y de los votos emitidos, gran parte fueron votos nulos o no emitidos.

Entre sus consideraciones finales, la MOE sostiene -siempre en términos muy diplomáticos como estilan esos organismos- que la ciudadanía y las instituciones mexicanas deberán evaluar si el modelo actual de selección de autoridades judiciales a través del voto popular, contribuye a fortalecer los principios fundamentales de la administración de justicia; o si, por el contrario, acaba debilitando la transparencia, imparcialidad, eficacia e independencia del Poder Judicial. Concluye contundentemente: “La Misión no recomienda que este modelo de selección de jueces se replique para otros países de la región” (sic). Así el estado del arte, asombra que un estado tan poderoso como el mexicano haya cometido la torpeza de aplicar tan absurda reforma parecida a la nuestra, salvó… como también aquí ya ocurrió, se trate de no asegurar la independencia judicial, sino exactamente lo contrario, como en Bolivia al extremo vergonzoso de aquellos juristas del horror genuflexos que le inventaron el “derecho humano” al tirano de turno para empernarse en su trono “for ever”. Amanecerá y veremos…pero me temo que los tiros vendrán en ese sentido. JODOROWSKY lo escribe asi: “No te importe que te copien: los cuervos que quieren imitar a los patos, se ahogan cuando entran en el agua”…

Arturo Yañez Cortes | Columnista