Tras concluir una nueva jornada de violencia, principalmente en Llallagua, el presidente Luis Arce ratificó que no renunciará a su cargo y que se continuarán con los operativos combinados de la Policía y Fuerzas Armadas para tener las carreteras expeditas.
El pronunciamiento lo hizo después de sostener una extensa reunión en Casa Grande del Pueblo con el ministro de Gobierno, Roberto Ríos; de Defensa, Edmundo Novillo, el Comando General de la Policía y el Alto Mando Militar.
“Nosotros estamos aquí, no vamos a renunciar, vamos a seguir adelante, vamos a lograr los objetivos que el pueblo boliviano nos ha encomendado y por eso, queremos decir al pueblo boliviano que no los vamos a abandonar”, anunció.
El mandatario expresó sus condolencias a los familiares de los tres policías fallecidos durante los enfrentamientos en Llallagua y dijo estar “profundamente conmovido” e “indignado” con la violencia de este miércoles en aquella población potosina.
“Vamos a hacer todo el esfuerzo y todo lo que este en nuestras manos para hacerlo, para ello, vamos a recurrir todas las facultades que constitucionalmente me otorgan las leyes y la normativa boliviana para lograr estos objetivos”, insistió Arce.
También ratificó que no permitirá que ganen “aquellos que no quieren las elecciones” y que “no quieren la democracia”, en referencia a los sectores sociales que apoyan a Evo Morales y que promueven los bloqueos carreteros.
Tras los hechos de violencia, los sectores sociales “evistas” ratificaron que continuarán con las movilizaciones hasta lograr la renuncia de Arce debido a la falta de soluciones a la crisis económica.
