
Este fin de semana, Llallagua permanece bajo resguardo militar y policial tras varios días de violencia vinculada a bloqueos impulsados por sectores afines a Evo Morales. Aunque las rutas fueron despejadas, el ambiente sigue marcado por el miedo y el duelo.
Las actividades en el municipio se van restableciendo poco a poco ya la zona se encuentra desbloqueada y las salidas a Sucre y Oruro ya fueron habilitadas. Sin embargo, los servicios básicos siguen afectados, ya que explosivos dañaron las cañerías que abastecen de agua a la comunidad.
Como gesto de apoyo, vecinos del municipio ofrecen alimentos a las fuerzas del orden que continúan patrullando las calles.
La muerte del estudiante Vladimir Aguilar Choque, de 17 años, reportada el viernes, reavivó el dolor en la región, que el miércoles ya había sufrido la pérdida de tres efectivos policiales.
El joven fue golpeado por bloqueadores evistas el miércoles y, según relataron sus padres, el joven estudiante se negó a recibir atención médica pese a las dolencias que presentaba. Tras una descompensación repentina, fue trasladado a un centro de salud, donde llegó sin signos vitales.
Este dolor, fue reflejado en el cabildo que realizaron los vecinos de Llallagua el viernes, en el que rindieron homenaje a los policías fallecidos, a quienes declararon mártires.
Además, pidieron la renuncia de su Alcalde, Adalid Jorge Aguilar, por su nula gestión durante la crisis y también, denominaron a Evo Morales “enemigo de Llallagua y de Potosí”.