Bajo el penoco

El vaticinio del cocalero

| 2025-06-25 01:55:53

Resulta llamativo, por no decir paradójico, que Evo Morales anticipe con tono casi resignado un triunfo aplastante de la derecha en las próximas elecciones, mientras insiste en mantener abierta la posibilidad de volver a postularse. ¿Cuál es el objetivo? ¿Posicionarse como víctima traicionada o como líder imprescindible? Lo cierto es que, pese a tener varios nombres en carrera —Eduardo del Castillo, Andrónico Rodríguez, Eva Copa, Johnny Fernández e incluso Manfred Reyes Villa, claramente funcional al MAS—, ninguno de ellos logra consolidarse como una opción seria. Ni siquiera sumando sus apoyos se vislumbra una fórmula capaz de mantener el poder. Morales, una vez más, se lamenta por la traición de sus antiguos aliados, pero evita asumir su responsabilidad en la destrucción del MAS, tanto por su gestión, como por haber impuesto como sucesor a Luis Arce, lo peor que le ha pasado al país y al masismo. Hoy, cuando las encuestas le son adversas y su figura genera más rechazo que apoyo, insistir en su candidatura no parece un acto de coraje, sino una obstinación egocéntrica desconectada de la realidad.