Internacional

Conmoción en Chile por banda de militares narcotraficantes

El gobierno chileno calificó como “el caso más grave en materia de seguridad pública en el último tiempo” la detención de seis militares que usaban su posición para traficar cocaína desde la frontera con Bolivia. La conmoción social crece mientras se exige una depuración profunda en las Fuerzas Armadas.

Internacional | Agencia | 2025-06-25 22:40:00

La revelación de una red de narcotráfico integrada por seis suboficiales del Ejército chileno ha causado una conmoción sin precedentes en el país. Los militares, pertenecientes a la II Brigada Acorazada ‘Cazadores’ de Iquique, transportaban cocaína desde la frontera con Bolivia hacia Santiago. El escándalo ha sido catalogado por el Gobierno como “el hecho más grave de los últimos tiempos en materia de seguridad pública”.

Durante el operativo policial, liderado por el OS7 de Carabineros, se incautaron 192 kilos de cocaína y pasta base, valorados en más de tres millones de dólares. La droga fue interceptada en distintas zonas del norte chileno y la Región Metropolitana, en una operación que incluyó allanamientos en Pozo Almonte, Iquique, Alto Hospicio, Lampa y La Reina.

El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, advirtió que se trata de un punto de inflexión: “Cuando una organización criminal penetra una institución armada jerarquizada como el Ejército, no hay medias tintas. Es una amenaza directa al Estado”. Para el funcionario, este caso marca una línea roja y demanda respuestas contundentes.

La fiscal regional de Tarapacá, Trinidad Steinert, confirmó que la investigación se activó tras una denuncia interna en el propio Ejército. Gracias a sus controles institucionales se detectaron comportamientos irregulares y se comenzó a desmantelar la red, que ya operaba con una estructura criminal definida: roles divididos entre transportistas, coordinadores y enlaces.

Desde el Ejército se informó que los implicados fueron dados de baja de forma inmediata y que no portaban uniforme al momento de cometer los delitos. La institución también reconoció la gravedad del caso y comprometió una “colaboración total” con las autoridades judiciales para garantizar transparencia.

La ministra de Defensa, Adriana Delpino, expresó su indignación y anunció cambios estructurales en los protocolos internos. “Esto no puede volver a ocurrir. Seremos implacables. Lo que está en juego es la credibilidad de nuestras Fuerzas Armadas y su lealtad con la República”, declaró.

Chile no produce cocaína, pero se ha convertido en un país de destino y plataforma de redistribución hacia Asia, Europa y Estados Unidos. En los últimos años, el aumento de incautaciones ha reflejado la creciente actividad del crimen organizado, que ahora parece haber alcanzado incluso a las instituciones militares.

La ciudadanía reaccionó con preocupación y rabia en redes sociales y medios. Analistas coinciden en que este escándalo puede deteriorar aún más la percepción pública de las Fuerzas Armadas y aumentar la desconfianza institucional. Varios parlamentarios ya piden una intervención externa que fiscalice a fondo la vida castrense.

El caso sigue en desarrollo. La audiencia de formalización de cargos se extenderá hasta el jueves 26 de junio, cuando se definan las medidas cautelares contra los acusados. Mientras tanto, el país observa con asombro y expectativa cómo se responde a uno de los mayores desafíos institucionales de los últimos tiempos.