
Cuando hablamos de Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como Chespirito, y todavía siendo más específicos de El Chavo del Ocho, una sola canción se nos viene a la mente. Sí, esa con la que nos presentan a todos los personajes de la vecindad. Un tema que en la televisión mexicana es extremadamente conocido, pero pocos saben de dónde viene.
Sabemos que Robert escribió y creó a todos sus personajes, pero lo que sí no escribió fue esta canción que pertenece a uno de los compositores y músicos más grandes de toda la historia.
El origen de la canción de El Chavo del Ocho
Con el reciente estreno de la serie Sin Querer Queriendo a través de Max, la historia, rumores, chismes alrededor de la vida de Roberto Gómez Bolaños se han adueñado de las redes sociales. Sin embargo, no todo ha sido ruido porque también hemos conocido mucho sobre esos entrañables personajes que hicieron reír a millones de personas en México y en América Latina.
Hoy nos centraremos en esa canción que se escucha al principio, que como ya lo leíste, fue creada por Ludwig van Beethoven, pero para esto tenemos que viajar en el tiempo hasta el lejanísimo año 1811.
En aquel entonces el prodigioso músico compuso un tema para la obra de teatro Las Ruinas de Atenas, de August Von Kotzebue. Sin embargo, esta producción no obtuvo mucho éxito que digamos. Aquí ya teníamos la primera parte de la icónica canción de Chespiro. Luego tuvieron que pasar más de 100 años para que un artista de nombre Jean Jacques Perrey, quien hacía música electrónica, retomara aquellas pistas de Beethoven para darles un nuevo giro.
En 1970 este artista lanzó el álbum llamado Moog Indigo. Es en la canción número nueve llamada The Elephant Never Forgets en donde podemos encontrar su versión del clásico de Beethoven, misma que sería usada por Roberto para ser el tema principal de su nueva serie que a la postre, sería su más famosa obra.
La canción fue utilizada por muchos años siendo ya un distintivo del programa, pero aquí el asunto estuvo es que nunca se pagó por su uso. Debido al éxito Jacques se enteró y demandó a Televisa y a Roberto, quienes tuvieron que llegar a un acuerdo millonario por no respetar los derechos de autor.