
Después de más de una década de estadios con presencia exclusiva de locales, el fútbol argentino comenzará a reabrirse a los hinchas visitantes. Así lo anunciaron oficialmente este jueves en el predio Lionel Andrés Messi de la AFA, en Ezeiza, donde se confirmó que el retorno será paulatino y tendrá sus primeras pruebas piloto en dos partidos de la segunda fecha del Torneo Clausura: Lanús ante Rosario Central e Instituto contra River Plate.
En total, 6.500 simpatizantes de Rosario Central viajarán a La Fortaleza de Guidi y Cabrero, mientras que 20.000 hinchas de River podrán asistir al estadio Mario Alberto Kempes en Córdoba, esta vez sin el rótulo de "neutrales" ni las restricciones propias de torneos como la Copa Argentina.
El anuncio fue encabezado por el presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia, acompañado por los dirigentes de Lanús y Rosario Central, Nicolás Russo y Gonzalo Belloso, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Javier Alonso, y el secretario ejecutivo de la APREVIDE, Guillermo Cimadevila.
“Es un día importantísimo para el fútbol argentino, marcará un antes y un después. Si bien venimos trabajando desde hace tiempo, hoy es histórico: es el primer paso para que los clubes que estén en condiciones de recibir público visitante, lo puedan hacer”, afirmó Tapia.
Pese al entusiasmo oficial, no todos los clubes están dispuestos a sumarse a la medida. Varios equipos, especialmente aquellos con estadios que tienen localidades completamente abonadas, se niegan a ceder espacios para hinchas visitantes. River y Boca, por ejemplo, lideran esa postura.
“Es antipático y por eso no lo vamos a blanquear, pero darles 3.000 entradas al visitante implica, además, generar dos pulmones de seguridad. Eso representa perder casi 6.000 localidades. No está en nuestros planes”, confesó a TyC Sports un dirigente de uno de estos clubes.