
Un juzgado determinó la detención preventiva en el Centro Educativo Nueva Vida Santa Cruz (Cenvicruz) para una adolescente de 15 años, autora confesa del brutal ataque con arma blanca a su compañera de colegio.
Según confirmó la Fiscalía, la menor declaró que lo hizo “por curiosidad”, porque quería saber qué se sentía matar a alguien.
La audiencia se llevó a cabo este viernes en el Juzgado de la Niñez y Adolescencia de Warnes, donde se resolvió la medida cautelar por 45 días mientras avanza la investigación.
La imputación formal es por tentativa de asesinato, dado el nivel de violencia del hecho y los indicios de premeditación. El ataque ocurrió dentro del baño de un colegio ubicado en la zona de Satélite Norte, durante el horario de recreo.
De acuerdo con las declaraciones del fiscal Luis Alba, la agresora llevó un cuchillo de cocina desde su casa y usó una manilla como pretexto para llevar a su víctima al baño. Una vez dentro, le propinó más de 20 puñaladas, alcanzando órganos vitales como el pulmón derecho, el hígado y el riñón.
La víctima, de 13 años, permanece internada en terapia intensiva en el Hospital Japonés de Santa Cruz. Fue sometida a una cirugía de más de cinco horas, durante la cual los médicos tuvieron que extirparle parte del pulmón derecho debido a la gravedad de las lesiones. Se encuentra en estado crítico, bajo respiración asistida, y con un pronóstico reservado.
La Fiscalía confirmó también que una segunda adolescente está aprehendida por su presunta participación en el caso.
Ambas están bajo custodia de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia y podrían enfrentar hasta cuatro años de internación en un centro especializado, de acuerdo con la Ley 548 del Código Niña, Niño y Adolescente.
Según el Ministerio Público, la principal autora del ataque admitió que sentía “rabia y celos” hacia la víctima, aunque también se investiga si actuó bajo presión.
El padre de la agresora mencionó que su hija habría sido instigada por una tercera persona, quien le habría exigido cometer el acto bajo amenaza contra sus hermanos. Mientras tanto, la madre de la víctima denunció que las cámaras de vigilancia del colegio no estaban funcionando al momento del hecho y que hasta ahora no ha recibido explicaciones claras de las autoridades educativas.
“Esto fue en el recreo, dentro del colegio. Yo misma pagué para que arreglen las cámaras, pero me dicen que no sirven. El director no me ha dicho nada, no sabe qué pasó. Solo me llamó para decirme que mi hija estaba herida”, relató la mujer.
El padre de la adolescente agredida también expresó su dolor. Contó que su hija era una niña alegre, dedicada a sus estudios y apasionada por la danza.
“De verla feliz, a verla ahora entre la vida y la muerte… no hay palabras”, dijo. Los médicos que atienden a la menor señalaron que su estado sigue siendo delicado y que probablemente requerirá nuevas intervenciones quirúrgicas.
“Las lesiones afectaron cuello, tórax, abdomen, pulmones y el hígado. Estamos atentos a su evolución, minuto a minuto”, indicó el doctor Héctor Soliz.
La unidad educativa suspendió las clases de manera temporal y la comunidad de Warnes exige respuestas.
La familia de la víctima ha solicitado apoyo económico para cubrir los gastos médicos. Aquellas personas que deseen colaborar pueden comunicarse al número +591 69089938.