
El presidente Luis Arce dijo que el nuevo Gobierno cosechará los resultados en exploración de hidrocarburos y plantas de biodiesel, sin embargo, expertos y una legisladora electa señalan que "no se deja nada, sólo mentiras y pobreza", por lo que se tendrá que seguir importando carburantes los próximos años.
“Nuestro gobierno ha trabajado, ha puesto la semilla y ustedes van a cosechar, a partir del 2026-2027 los frutos de nuestro trabajo, por el pueblo boliviano”, aseguró el Mandatario el fin de semana en Charagua, Santa Cruz, donde entregó viviendas y sistemas de agua, según reportó Bolivia TV. Paralelamente, se puso en marcha una planta de biodiesel en Santa Cruz y se anunció el inicion de operaciones en El Alto, en pocos días, además, está la planta HVO, que contribuirán a sustituir la importación de diésel.
La analista del sector hidrocarburos, Susana Anaya, señaló que el Gobierno saliente solo vierte “mentiras” y deja un campo minado al nuevo Gobierno porque, por ejemplo, el campo Mayaya no tiene ninguna posibilidad de ponerse en producción de manera inmediata. Aún no se conoce la posición del Ejecutivo sobre estas reacciones.
Esto porque no hay pozos de delimitación y los volúmenes que se asegura, se han descubierto, son mínimos y no justifican el desarrollo de infraestructura para evacuar los hidrocarburos desde ese campo. “Se requiere un gasoducto que tiene un costo muy alto y con los precios actuales del petróleo y gas, es imposible que se pueda desarrollar esa infraestructura, lo que declara el Presidente es mentira y solo para decir que han hecho algo con el plan de inversiones del upstream y que la nueva administración desarrolle los proyectos”, apuntó.
Recordó que el Gobierno del MAS en 2006 recibió un país con elevadas reservas de gas, que luego de 19 años en el poder, se han dilapidado.
Además, dijo que las plantas de biodiésel sólo permitirán sustituir en un 10% a 15% las importaciones de diésel y el otro problema es que si baja el precio del petróleo, el combustible verde deja de ser viable desde el punto de vista financiero. Por otra parte, la producción de materia prima, genera deforestación e incendios forestales.
“Se va a tener que seguir importando combustibles y eso requiere dólares. Se debe eliminar la subvención y, a mediano y largo plazo, se requiere una nueva ley de hidrocarburos, atractiva a la inversión”, subrayó.
La senadora electa por La Paz del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Ana María Crispín, señaló que el nuevo Gobierno sólo cosechará pobreza en materia de hidrocarburos, por las mentiras que se han vertido los últimos años.
“Yo creo que vamos a cosechar mucha pobreza ahí. Tenemos que indagar cómo nos han engañado y mentido los últimos años cuando se indicaba que no hay inflación, que YPFB está trabajando, tenemos que revisar qué tan cierto es lo que se dice, cuando la situación y el entorno reflejan todo lo contrario. La falta de gasolina y diésel está mostrando que no es lo que dicen, si estuvieran cosechando, en esta etapa electoral, hubiesen mostrado y lo único que hemos escuchado son mentiras y más mentiras”, puntualizó.
Sobre una nueva ley de hidrocarburos, Crispín sostuvo que primero se debe revisar la situación en la que se está dejando el sector, y en función de eso se podrá realizar una planificación y, si corresponde, una reforma”, remarcó.
El exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos, la semana pasada, advirtió que el próximo Gobierno heredará un “campo minado” en materia energética, como resultado de la mala administración del MAS durante más de 20 años en el poder.
“Nos mienten por todo lado. Lo que están haciendo actualmente es dejar un campo minado al próximo Gobierno. El presidente dice: ‘le estoy dejando 16 campos listos para producir’, cuando eso no es verdad. Por ejemplo, el caso de Mayaya: recién van a comenzar las pruebas de largo plazo en 10 a 15 días más, pruebas que duran entre 30 y 60 días. Solo entonces se podrá saber si realmente tiene reservas suficientes”, sostuvo Ríos en el programa la Hora Pico en Radio Oriental de Santa Cruz.
Situación crítica
En 2014, la producción de gas natural llegó a 56,6 millones de metros cúbicos día (MMmcd), pero en 2024 cayó a 31,7 MMmcd y, este año, YPFB proyecta 29,5. A julio la oferta de los diferentes campos productores que están en declinación fue de 29,06 MMmcd, según datos oficiales.
Bolivia importó diésel, hasta junio, por valor de 775,3 millones de dólares y, gasolinas por 507,9 millones de dólares, de acuerdo con cifras del INE.
En medio de este contexto, los últimos meses en diferentes estaciones de servicio se observan solo filas en demanda de combustible y conductores que amanecen a la espera de recibir la provisión.
El 6 de agosto, el presidente Arce destacó que su Gobierno impulsa la reactivación de la exploración en hidrocarburos. “Pusimos en marcha 56 proyectos de exploración hidrocarburífera, de los cuales 18 ya son exitosos, entre los que se destaca Mayaya, que está entre los 10 descubrimientos más importantes de gas y petróleo del mundo en 2024, según S&P Global Commodity Insights”, resaltó.
Mar de gas
“El mar de gas lo hemos descubierto, solamente que ustedes no lo visualizan, no lo quieren visualizar; la prensa habla barbaridades, se dicen y desdicen. Para encontrar el mar de gas hay que encontrar otros pozos”, manifestó el 13 de enero de 2019, el entonces ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, en la gestión de Evo Morales.
Se refería a que a partir del “éxito” con el pozo exploratorio Boyuy X2 se descubrió un “mar de gas” debajo de los departamentos Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija, donde se encuentran 33 áreas hidrocarburíferas en las que se ubican campos como Margarita, Sábalo, San Alberto, Itabu, Iguazú y otras 43 zonas.