Bajo el penoco

Las mentiras de siempre

| 2025-08-31 09:35:05

Han pasado 80 años desde que George Orwell publicó “Rebelión en la granja” y, sin embargo, el libro parece escrito ayer. La fábula de los animales que derrocan al señor Jones para caer bajo el yugo de los cerdos sigue siendo un retrato nítido de nuestras sociedades: el poder que promete libertad termina reproduciendo las mismas cadenas. En Bolivia, la vigencia de Orwell es dolorosamente evidente. Somos esa granja donde el pueblo cree una y otra vez en discursos de igualdad, justicia y progreso, pero despierta bajo los mismos mecanismos de sometimiento. Los líderes cambian de rostro, pero repiten las fórmulas del colectivismo demagógico, el clientelismo y la manipulación del lenguaje. La célebre frase “todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros” se ha convertido en la máxima de nuestra política cotidiana. Lo más grave es que el engaño persiste porque aceptamos escucharlo. Como en la granja, el miedo, la esperanza y la ignorancia conviven para sostener a quienes se benefician del poder. Por eso, ochenta años después, Rebelión en la granja no es sólo literatura: es el espejo que los bolivianos seguimos evitando mirar.