Muchas lunas han pasado desde que fui diagnosticado como autista nivel 1 (Ásperger), y durante este lapso, he conocido autistas, he comenzado a ser parte de Fundásperven Venezuela, he participado con madres y familias de autistas, he dado conferencias y testimonio personal, y me he puesto en contacto con algunos sacerdotes autistas para empezar a ahondar en el campo “Autismo y Dios”.
Ahora he de comenzar a potenciar un canal en YouTube y apoyarlo con las otras redes, para ofrecer respuestas, desde la fe, a quienes quieren vivir una espiritualidad desde el espectro autista.
Las dudas y preguntas sobre la fe que pueden tener los autistas suelen estar ligadas a la forma autista forma de procesar la información: tiende, por naturaleza, a ser más lógica, concreta y literal. Esto puede generar una serie de inquietudes que son diferentes a las de las personas neurotípicas.
En la Iglesia cabemos todos, eso es cierto, pero a algunos les cuesta más que a otros conseguir su lugar, y por ello muchos han llegado a sentirse lejanos a ella. Es por ello una necesidad apostólica dar respuesta a estas inquietudes.
Estas son las preguntas y desafíos más comunes para vivir la fe desde el autismo:
Dificultad con conceptos abstractos
Los autistas razonamos de forma muy concreta y pueden tener problemas para entender metáforas, parábolas y conceptos abstractos. Por lo tanto, preguntas frecuentes son:
"¿Dónde está Dios?" o "¿Cómo sé que Dios es real si no puedo verlo o tocarlo?": Para una persona que percibe el mundo de forma literal, la idea de un ser intangible y omnipresente puede ser muy confusa. “Creyentes como Isaac Newton, agnósticos como Charles Darwin y ateos como Richard Dawkins han considerado seriamente todos la fascinación por Dios, porque en el momento en que Dios se presenta al cerebro humano, el concepto neurológico no desaparecerá. (Newberg y Waldman 2010, págs. 5-6)”.
"¿Por qué Dios permitió el sufrimiento?": La lógica de "si Dios es bueno y todopoderoso, ¿por qué suceden cosas malas?" puede ser un dilema particularmente difícil, ya que la respuesta a menudo implica conceptos abstractos como el libre albedrío, el misterio del dolor o un "plan divino".
"¿Qué significa tener fe?": A diferencia de creer en algo basándose en la emoción o la intuición, un autista puede buscar pruebas o datos concretos para "verificar" la fe, lo que la lleva a cuestionar su propia capacidad para creer, es decir, quien cree, necesita tener una fe con base sólida.
La interpretación literal de los textos sagrados
La tendencia a la literalidad puede llevar a cuestionamientos sobre pasajes bíblicos o de otros textos sagrados que no parecen tener sentido si se interpretan de forma estricta.
Necesidad de ahondar sobre milagros y eventos sobrenaturales: "¿Jesús realmente caminó sobre el agua? ¿Cómo funciona eso?" Un autista podría enfocarse en la imposibilidad física del evento más que en su significado simbólico o espiritual, o puede ansiar vivir tal a fondo la fe que raya en el fanatismo.
Seguir instrucciones al pie de la letra: Si un texto dice "ama a tu prójimo", un autista puede preguntarse si eso significa que debe amar a absolutamente todo el mundo, incluso si esa persona la trata mal, con alta dificultad para considerar los matices sociales o las excepciones que una persona neurotípica podría asumir.
El aspecto social y sensorial de la religión
Las prácticas religiosas a menudo implican elementos sociales, sensoriales y de comunicación no verbal que pueden ser desafiantes para las personas autistas, generando preguntas sobre por qué son necesarias, además del hecho de la dificultad para adaptarse a la comunidad. Algunos autistas sufren rechazo consciente o no en las comunidades.
"¿Por qué tengo que ir a la iglesia si puedo orar solo?": El enfoque en la conexión personal con Dios puede chocar con la necesidad de participar en una comunidad, que a menudo conlleva ruidos, multitudes, rituales complejos y expectativas sociales que pueden ser abrumadoras.
Dudas sobre las emociones en la religión: "¿Por qué la gente llora o se emociona en la iglesia? ¿Tengo que sentir lo mismo para ser un buen creyente?" La dificultad para procesar y expresar emociones propias y ajenas puede hacer que se sientan desconectadas de las experiencias de los demás.
Preguntas existenciales sobre el autismo y Dios
Finalmente, muchos autistas y sus familias se cuestionan el rol de Dios en su propia neurodivergencia.
"¿Es el autismo un castigo de Dios?": Esta es una pregunta dolorosa por el hecho de tener que asimilar la condición una vez que ha sido diagnosticada.
"¿Por qué Dios me hizo diferente?": El deseo de comprender su propia identidad y su lugar en el mundo puede llevarlos a buscar una razón divina para su condición, y cuando no se tiene un apoyo, viéndola como un "error" en lugar de una parte de su ser.
Cada uno de estos temas, y otros que seguramente han quedado fuera, tienen respuesta desde la fe, pero para dar respuesta a todo esto, la clave es la comprensión, seguido de la paciencia y la adaptación. Debido a que a fe puede ofrecer a los autistas un sentido de pertenencia y propósito, y es importante que las comunidades religiosas sean un lugar seguro y acogedor no solo para el autista, sino para cualquier persona sea cual ses su condición. Mi persona, y los otros participantes de la iniciativa, estaremos dedicando vídeos y artículos para seguir ahondando en esto. Bien sabemos que muchos no leen así que ofreceremos las dos opciones, vídeo y escritos. @jegogra en mis redes, X, Ig y Fb, sígueme y contáctame al privado para unirte al grupo Whatsap. Dios con nosotros