
El Monumental vivió una noche histórica y cargada de emoción. La Selección Argentina goleó 3-0 a Venezuela en la penúltima fecha de las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, en lo que pudo haber sido el último partido oficial de Lionel Messi en el país con la camiseta albiceleste. Y el capitán, fiel a su estilo, lo hizo a lo grande: con un doblete, ovación tras ovación y rodeado de su familia.
La Pulga salió al campo acompañado de sus hijos y desde el inicio se sintió el clima especial. Argentina, ya clasificada y líder absoluto con 38 puntos, jugó con soltura, mientras que la Vinotinto, que se mantiene en zona de repechaje con 18, sufrió la jerarquía del campeón del mundo.
El primer gol llegó a los 39 minutos, tras una jugada magistral. Paredes filtró un pase perfecto para Julián Álvarez, que amagó dentro del área y, en lugar de definir, asistió a Messi. El capitán recibió y con una definición de lujo, picándola sobre el arquero, puso el 1-0 que desató la locura en Núñez.
En el complemento, Argentina estiró la ventaja a los 76’. Messi sacó rápido un tiro libre, Nico González centró desde la izquierda y Lautaro Martínez, de palomita, marcó el 2-0. Poco después, Thiago Almada cedió atrás y el rosarino definió con frialdad para sellar el 3-0 y su doblete personal.
Messi incluso rozó el hat-trick con otro golazo picándola sobre el arquero, pero el tanto fue anulado por posición adelantada. Igual, la fiesta ya estaba completa. Con ocho tantos, el capitán se convirtió en máximo goleador de estas Eliminatorias y, con lágrimas contenidas, se despidió de su gente.
“Poder terminar de esta manera acá es lo que siempre soñé. Tener el cariño de mi gente, en mi país”, declaró emocionado tras el partido. Una noche redonda, en la que la Albiceleste volvió a brillar y Messi, quizás por última vez en Argentina, regaló otra actuación inolvidable.