
Los distribuidores de Gas Licuado de Petróleo (GLP) de Santa Cruz advirtieron que la falta de reposición constante y en niveles adecuados de garrafas en mal estado complican al sector y pueden afectar la entrega del producto al consumidor.
La Cámara Departamental de Distribuidores de Gas Licuado de Petróleo (GLP) señala que la falta de reposición y recalificación oportuna de los cilindros ha generado un cuello de botella que compromete seriamente la distribución del carburante.
Representantes del sector lamentaron que por esta situación solo están operando entre el 10 y 15 % de su capacidad. En cada distribuidora hay apiladas 5.000, 8.000 y hasta 10.000 garrafas pendientes de reposición.
“Nosotros quisiéramos poder llegar como antes, casa por casa, entregar al ama de casa y brindar un servicio adecuado, pero no tenemos garrafas”, señaló el dirigente Fernando Segovia. “Esto ya nos ha sobrepasado como empresas. Lo hacemos público porque no podemos cumplir con la atención como debiéramos”, agregó.
Ante esta situación han tenido que agilizar el despliegue de los camiones repartidores para que vuelvan a cargar las garrafas porque caso contrario ya hubiera una escasez galopante de GLP en la capital cruceña.
"La falta de garrafas utilizables impide que el GLP pueda llegar a los hogares, comercios y sectores productivos que dependen de este insumo vital para sus actividades diarias", señaló al entidad en un pronunciamiento público en el que advierte que por esta situación el desabastecimiento de GLP es inminente. Sus representantes remarcaron que el 65 % de la población cruceña usa el GLP para cocinar y el nivel sube hasta el 70 % en la ciudad capital.
Enfatizan que la situación es grave y por esta razón se declararon en estado crítico a la espera de que YPFB asuma medidas inmediatas.
Según datos de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), la demanda de GLP en Santa Cruz es de 45.000 garrafas por día.