
Miles de manifestantes en Italia aprovecharon la jornada de huelga general convocada este viernes en solidaridad con Palestina para acudir a Coverciano (Florencia), sede de la selección nacional, y exigir que el combinado ‘azzurro’ no dispute el partido de clasificación al Mundial 2026 contra Israel, previsto para el 14 de octubre en Udine.
La protesta forma parte de un movimiento más amplio que paralizó varias ciudades del país. En Roma, Bolonia y Nápoles, las marchas bloquearon el tráfico y complicaron la circulación ferroviaria, mientras que en Florencia, donde se ubica la ciudad deportiva de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), el foco estuvo puesto en la presencia de la selección, que se concentrará allí el lunes de cara a sus próximos compromisos clasificatorios.
El encuentro frente a Israel, dirigido por Gennaro Gattuso, será decisivo en la lucha de Italia por regresar a un Mundial tras perderse las ediciones de 2018 y 2022. El combinado italiano ya se impuso 4-5 en el duelo de ida disputado en Hungría, sede neutral de Israel, donde los aficionados italianos manifestaron su rechazo dando la espalda al himno israelí.
La tensión en torno a este enfrentamiento se suma a las crecientes protestas contra la situación en Gaza y a las demandas internacionales para que Israel sea apartado de las competiciones deportivas. Como antecedente, el equipo ciclista Israel Premier-Tech decidió no competir este fin de semana en el Giro dell’Emilia para evitar incidentes, después de lo ocurrido en la pasada Vuelta a España, donde varias etapas se vieron alteradas por manifestaciones y choques con la policía.
Por el momento, la FIFA y la FIGC mantienen confirmado el partido. Italia e Israel llegan empatados con 9 puntos, aunque la ‘Azzurra’ ocupa la segunda plaza —que da acceso a la repesca—, mientras que los israelíes marchan terceros y prácticamente sin opciones de clasificar.