El liderato le duró poco al Barcelona. Cuatro días después de caer ante el PSG, el equipo de Hansi Flick volvió a tropezar, esta vez frente a un Sevilla que firmó su mejor partido de la temporada y se impuso con autoridad por 4-1 en el Sánchez-Pizjuán.
Los andaluces dominaron de principio a fin, con una primera parte arrolladora en la que superaron al conjunto azulgrana en intensidad, presión y claridad de juego. De hecho, el marcador pudo haber sido más abultado antes del descanso, pero se fue con un 2-1 que aún dejaba margen para la ilusión culé. Esta vez, sin embargo, no hubo remontada: el Sevilla no solo resistió, sino que terminó goleando.
El partido comenzó con ritmo frenético. La presión alta del Sevilla desbordó al Barça desde los primeros minutos. Un forcejeo entre Araújo e Isaac Romero dentro del área terminó en penalti, revisado por el VAR y convertido por Alexis Sánchez, que celebró ante su exequipo.
Lejos de conformarse, los dirigidos por Matías Almeyda mantuvieron la intensidad y aprovecharon los errores defensivos blaugranas para aumentar la ventaja. Isaac Romero, insistente durante todo el primer tiempo, encontró su premio y firmó el segundo tanto.
El Barcelona logró reaccionar brevemente antes del descanso. Tras una buena jugada colectiva, Pedri habilitó a Marcus Rashford, que descontó con un disparo cruzado. El inglés fue de los pocos que generaron peligro real ante un Sevilla que no bajó los brazos.
En la segunda mitad, los culés intentaron la remontada. Parecía posible cuando el árbitro señaló penalti sobre Balde, pero Lewandowski falló desde los once metros ante un Sánchez-Pizjuán encendido. El error fue un golpe anímico del que el Barça no se recuperó.
Vlachodimos, firme bajo los tres palos, frustró cualquier intento de reacción visitante. En el tramo final, el Sevilla aprovechó el desconcierto rival: Carmona (90’) y Akor Adams cerraron la goleada y desataron la euforia en Nervión.
Sin Lamine Yamal ni Raphinha por las bandas, el Barcelona perdió profundidad y creatividad. Las jugadas que antes fluían se tornaron predecibles y lentas. Los de Almeyda, en cambio, explotaron cada espacio con velocidad y precisión, mientras Szczesny evitaba una derrota aún más dura.
Tras este resultado, el Barça sufre su primera derrota en Liga y pierde el liderato, ahora en manos del Real Madrid, que venció al Villarreal. Flick tendrá mucho que corregir: su equipo mostró su versión más frágil en una semana para el olvido.
