
La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en el mundo del turismo, transformando la manera en que las personas organizan sus vacaciones. Sin embargo, esa misma innovación tecnológica también está generando situaciones curiosas –y a veces peligrosas–, cuando los algoritmos llevan a viajeros por caminos que no existen. Literalmente.
Uno de los casos más ilustrativos ocurrió en los Andes peruanos. Según reportó la BBC, dos turistas, con entusiasmo y teléfonos en mano, le mostraron al experimentado guía Miguel Ángel Góngora Meza, fundador de Evolution Treks Perú, sus planes de hacer senderismo. Su destino: el "Cañón Sagrado de Humantay", un lugar que suena majestuoso, espiritual y... completamente ficticio.
"Me mostraron la captura de pantalla, redactada con seguridad y llena de adjetivos vívidos, pero no era cierta. ¡No existe ningún Cañón Sagrado de Humantay!", explicó Góngora Meza al medio británico. "El nombre es una combinación de dos lugares que no tienen ninguna relación con la descripción", agregó.
Los turistas habían pagado 160 dólares para ser abandonados en una carretera rural sin destino real. "Este tipo de información errónea es peligrosa en Perú", advirtió Góngora. "Cuando usas ChatGPT, que combina imágenes y nombres para crear una fantasía, puedes encontrarte a 4.000 metros de altitud sin oxígeno ni señal telefónica".
IA para planificar viajes: crecimiento entre turistas jóvenes
Según una encuesta de Global Rescue (2025),el 24 % de turistas usan IA para planificar viajes, con marcadas diferencias generacionales: 40 % entre menores de 35 años frente a solo 20 % en mayores de 55. Este uso se duplicó desde octubre 2024, cuando apenas alcanzaba el 11 %, evidenciando una adopción acelerada especialmente entre jóvenes.
Dana Yao lo experimentó en Japón cuando ChatGPT le indicó incorrectamente el horario del último teleférico del monte Misen. "Nos quedamos atrapados en la cima de la montaña", relató a la BBC.
Entre los desvaríos más llamativos de la IA hay recomendaciones tan absurdas como ubicar una Torre Eiffel en Pekín o proponer paseos "breves" que acaban convirtiéndose en auténticas travesías de varios kilómetros. En ocasiones, incluso omite descansos o ignora cierres de última hora.
Otro caso, según informa el Huffington Post, es el de Judy Gauthier, directora comercial de Go City, y supervisora del desarrollo de herramientas de IA generativa, que fue enviada con su familia a un sendero en las Montañas Great Smoky, en Estados Unidos, cerrado durante 18 meses. En otra ocasión, la misma IA confundió el acuario de San Sebastián con la playa local, alertándola sobre inexistentes ataques de tiburones.
Errores peligrosos de la IA en planificación de viajes
El problema radica en el funcionamiento básico de los modelos lingüísticos. "No distinguen entre consejos de viaje e indicaciones. Solo conocen palabras que hacen sonar realista lo que dicen", explicó al medio británico el profesor Rayid Ghani de Carnegie Mellon.
"Los vuelos, precios, clima y tráfico cambian en tiempo real, lo que dificulta que la IA se mantenga actualizada", explica la Dra. Niusha Shafiabady, según reporta ZME Science. Esta limitación se refleja en estudios previos que demuestran que el modelo OpenAI o1, por ejemplo, solo logra un 10 % de acierto en planificaciones complejas.
Jay Stevens, CEO de Wayfairer Travel, lo comprobó en Japón cuando ChatGPT le recomendó aguas termales, pero falló con los horarios de autobuses. "A las 11:11, nevando, cubierto de nieve y empezando a sentir frío", relató a Travel Weekly. "Una vez que sales del big data al small data, el sistema encuentra lo que quiere y empieza a creerlo", afirmó Stevens.
Además, Global Rescue también alerta de un riesgo creciente: el uso de bots y vídeos manipulados con IA para suplantar plataformas de viajes reales y engañar a los turistas, llevándolos a introducir sus datos o pagar en sitios fraudulentos. "La proliferación de la IA es una amenaza inminente para los viajes", afirmó Harding Bush, director asociado de seguridad de Global Rescue.
¿La solución?
Según los expertos, debemos tratar los itinerarios generados por IA como puntos de partida, nunca como planes definitivos. Es esencial verificar cada detalle: comprobar horarios en webs oficiales, consultar grupos locales en redes sociales y utilizar Google Maps para medir distancias reales. Aunque los modelos avanzados como ChatGPT pueden inspirarnos, no sustituyen el juicio humano ni la experiencia local.
"Aunque la IA es estupenda para explorar ideas, usarla para planificar viajes reales es arriesgado", advirtió el consultor de viajes Nolan Burris al Huffington Post.
La conclusión es clara: en la era digital, al menos por ahora, si un destino suena demasiado perfecto para ser real, probablemente no lo sea.
Editado por Felipe Espinosa Wang con información de Global Rescue, Huffington Post, ZME Science, BBC y Travel Weekly.