
La industria del entretenimiento despide con tristeza a Diane Keaton, leyenda del cine estadounidense, quien falleció este martes a los 79 años en California. La familia confirmó la noticia a la revista PEOPLE, sin ofrecer detalles sobre la causa del deceso. Pidieron, además, respeto y privacidad para enfrentar el duelo.
Keaton fue una figura atípica y encantadora en Hollywood. Su estilo único y sus personajes memorables la convirtieron en una actriz de culto. Debutó en el cine con fuerza en El Padrino (1972), donde dio vida a Kay Adams, la pareja de Michael Corleone. Ese papel le abrió las puertas del estrellato y mostró que podía brillar entre gigantes.
Pero el rol que la consagró fue el de Annie Hall (1977), una comedia romántica dirigida por Woody Allen en la que también imprimió su estilo personal. Con esa actuación ganó el Oscar a Mejor Actriz y marcó una tendencia con su forma de vestir que inspiró a miles de mujeres.
Nacida como Diane Hall en Los Ángeles en 1946, fue la mayor de cuatro hijos. Inspirada por su madre, una mujer creativa, Keaton decidió dedicarse a la actuación. Se mudó a Nueva York, adoptó el apellido Keaton y comenzó a trabajar en teatro. Su primera gran oportunidad fue en Hair (1968), y un año después conoció a Woody Allen, con quien mantendría una estrecha relación profesional y personal.
Su carrera incluyó tanto comedias como dramas intensos. Participó en películas como Reds (1981), Marvin’s Room (1996), Baby Boom (1987) y Something’s Gotta Give (2003), por la cual fue nominada nuevamente al Oscar. También dirigió cine, escribió libros y se dedicó a la fotografía.
En 2017, recibió el premio a la trayectoria del American Film Institute. En vez de un discurso, eligió cantar “Seems Like Old Times”, la misma canción que entonó en Annie Hall, cerrando así un círculo emocional con su audiencia.
En su vida personal, Keaton nunca se casó. “Soy una excéntrica”, dijo alguna vez. Decidió ser madre soltera y adoptó a dos hijos en los años 90. Además, fue una firme defensora de los derechos de los animales, participando activamente en campañas de adopción de mascotas.
Diane Keaton se va, pero su legado queda más vivo que nunca. Fue una mujer que se permitió ser diferente, una actriz que rompió esquemas y que nos enseñó que el talento también puede llevar sombrero y corbata.