
La institución del matrimonio atraviesa una transformación acelerada y profunda que se acentúa en los países desarrollados, impulsada por nuevos modelos de convivencia y cambios legales. Según datos de Our World in Data, menos personas deciden casarse, quienes lo hacen esperan más años, proliferan las uniones informales y los nacimientos fuera del matrimonio, aumentan las familias monoparentales y se expande el matrimonio igualitario. Estos cambios reflejan una redefinición global de la vida familiar y de pareja.
Descenso de matrimonios y aumento de la edad al casarse
Las tasas de matrimonio han descendido notablemente, mientras que la edad promedio para casarse sube. En Estados Unidos, la tasa de matrimonio llegó a 16,4 por cada 1.000 habitantes en 1946, pero desde 1972 no ha dejado de caer y hoy está en su nivel más bajo.
En Inglaterra y Gales, más del 90% de las mujeres nacidas en 1940 estaban casadas a los 30 años; entre las nacidas en 1990, esa proporción es solo del 29%. Entre los hombres, el descenso fue del 83% al 20%. Esto se explica por el mayor número de personas que nunca se casan y por el retraso en la edad del primer matrimonio: si antes lo habitual era casarse entre los veinte y veinticinco años, ahora la media se ubica en los 30 en muchos países.
Transformación de la convivencia y los nacimientos
A pesar de la caída de los matrimonios formales, la proporción global de mujeres casadas o en pareja solo se ha reducido del 69% en 1970 al 64% en 2024, según la ONU y Our World in Data. Sin embargo, existen grandes diferencias regionales: África, Europa y Norteamérica muestran descensos más severos que Asia y Sudamérica, y la baja es especialmente acentuada entre mujeres jóvenes.
La convivencia sin matrimonio y el aumento de los nacimientos fuera del matrimonio avanzan en paralelo a la caída de los enlaces formales. En Estados Unidos, la proporción de jóvenes de 18 a 24 años que viven con una pareja sin casarse subió del 0,1% en 1968 al 9,4% en 2018.
En Inglaterra y Gales, el 90% de quienes se casaron en 2022 ya convivía previamente. El porcentaje de nacimientos fuera del matrimonio, indicador indirecto de este fenómeno, también creció: en la OCDE, menos del 10% de los niños nacían fuera del matrimonio en 1970; en 2020, el promedio supera el 30% y, en algunos países, llega al 50%. México y Costa Rica reflejan este cambio: actualmente, la mayoría de los niños nace de padres no casados.
Aumento de familias monoparentales
Las familias monoparentales son más frecuentes, aunque persisten notables diferencias regionales. La mayoría está encabezada por mujeres, especialmente cuando se trata de hijos pequeños: en la OCDE, alrededor del 10% de los niños de cero a cinco años vive solo con su madre, frente a menos del 1% que reside únicamente con su padre. Según Eurostat y Our World in Data, en 2017 el 47% de los hogares monoparentales en Europa estaba en “riesgo de pobreza o exclusión social”, mientras que solo el 21% de los hogares con ambos progenitores enfrentaba esa situación. Aunque la monoparentalidad no es nueva, hoy suele deberse más a rupturas de pareja o decisiones individuales que a la mortalidad materna, como ocurría antes.
Expansión del matrimonio igualitario
La legalización del matrimonio igualitario es una de las transformaciones legales y sociales más vertiginosas de las últimas décadas. Dinamarca fue pionera en 1989 al reconocer las uniones civiles entre personas del mismo sexo, pero fue en 2000 cuando los Países Bajos legalizaron el matrimonio igualitario. Dos décadas después, numerosos Estados han adoptado esta legislación, en especial Europa occidental y América del Norte y del Sur.
Este avance refleja un cambio de percepción social, aunque aún existen restricciones legales y discriminación, incluso donde el matrimonio igualitario es legal.
Evolución de las tasas de divorcio
Las tasas de divorcio muestran una evolución compleja. Desde los años 70, la proporción de adultos de 35 a 39 años divorciados o separados se duplicó globalmente, pasando del 2% en los años 70 al 4% en los 2000, según la ONU.
En Reino Unido, Noruega y Corea del Sur, la tasa de divorcios se triplicó entre los 70 y los 90. Más adelante, la tendencia se diversificó: en Estados Unidos, la tasa cayó después de un pico; en Corea del Sur, el máximo llegó después; en Noruega y Turquía, las tasas permanecen altas o siguen en aumento.
En Inglaterra y Gales, la proporción de matrimonios que termina en divorcio antes de cumplir cinco años bajó del 11% en los 90 a la mitad en la actualidad. La disminución se atribuye a que las nuevas generaciones formalizan menos matrimonios, los retrasan y, en general, las uniones duran más.
Factores determinantes y nuevos modelos familiares
Las causas de estos cambios son múltiples y se combinan factores sociales, económicos y legales. El acceso a anticonceptivos, la incorporación de la mujer al mercado laboral y leyes que otorgan derechos a las parejas no casadas han sido claves, según Our World in Data. Surgen así modelos familiares más diversos y nuevas definiciones de vida en pareja y crianza.
Capacidad de adaptación social
Los datos de Our World in Data demuestran que instituciones tan antiguas como el matrimonio y la familia pueden transformarse con rapidez y profundidad, reflejando la capacidad de las sociedades para adaptarse y reinventar sus estructuras fundamentales.