Bajo el penoco

La desubicación de la COB

| 2025-10-19 21:31:00

La Central Obrera Boliviana sigue tan perdida como siempre. Su líder, Mario Argollo, ha anticipado que se opondrá a cualquier reforma que impulse el próximo gobierno, una posición tan absurda como suicida en medio del desastre económico heredado del MAS, con el que la COB mantuvo un matrimonio de conveniencia durante dos décadas. Esa alianza de silencio y complicidad convirtió a la principal organización sindical del país en corresponsable de la tragedia que hoy padecen los bolivianos. Resulta irónico que quienes más se beneficiaron del modelo rentista —la minería y sus dirigentes sindicales— ahora rechacen los cambios necesarios para reconstruir el país. Sin reformas estructurales no habrá cómo generar riqueza ni empleo; apenas quedarán ruinas para que las mafias políticas (léase movimientos sociales) sigan chupando la poca sangre que queda. La COB, por ubicación histórica, debería ser parte de la solución y no del problema. Pero su miopía ideológica y su defensa del privilegio la condenan a seguir siendo un lastre del pasado, incapaz de comprender que el país necesita transformaciones urgentes, no consignas vacías.