
El presidente Donald Trump dijo este viernes que no está planeando ataques a Venezuela, que teme que el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe tenga como objetivo derrocar al gobierno de Nicolás Maduro.
“No”, respondió Trump cuando un periodista a bordo del Air Force One le preguntó sobre los informes que indicaban que estaba considerando tales ataques.
En tanto, la Casa Blanca negó el viernes que la administración de Trump haya decidido atacar de manera inminente objetivos militares en Venezuela, rechazando informes mediáticos recientes sobre supuestos planes de intervención. En declaraciones recogidas por Fox News Digital, la portavoz Anna Kelly afirmó: “Fuentes anónimas no saben de qué están hablando. Cualquier anuncio relacionado con la política hacia Venezuela provendría directamente del Presidente”.
Durante semanas, Trump ha manifestado su disposición a lanzar operaciones terrestres contra el país sudamericano, pero las nuevas informaciones han sido puestas en duda por la administración. The Wall Street Journal informó el jueves que funcionarios estadounidenses identificaron objetivos militares en Venezuela presuntamente vinculados al transporte de drogas, aunque el medio señaló que el presidente no había tomado una decisión formal sobre eventuales ataques por tierra.
En declaraciones recogidas por Bloomberg News, Trump señaló el viernes a bordo del Air Force One que aún no se ha decidido sobre posibles ataques a objetivos dentro de Venezuela. Simultáneamente, Miami Herald publicó que la administración había optado por concretar estos ataques en cuestión de “días o incluso horas”, según fuentes anónimas consultadas por ese medio.
Tanto The Wall Street Journal como el Miami Herald basaron sus informaciones en fuentes sin identificar, supuestamente cercanas a los planes del gobierno. El Miami Herald agregó que los ataques responderían a una nueva ofensiva contra el Cartel de los Soles, organización criminal que, de acuerdo con la fiscal general Pam Bondi —cuyas declaraciones fueron citadas—, estaría encabezada por el dictador venezolano Nicolás Maduro.
La administración Trump no reconoce a Maduro como jefe de Estado legítimo. Además, aumentó a USD 50 millones la recompensa por información que conduzca a su captura, afirmando que es “uno de los mayores narcotraficantes del mundo”.
Mientras tanto, el ejército estadounidense ha intensificado sus acciones contra embarcaciones sospechosas de tráfico de drogas en América Latina, acumulando al menos 14 ataques desde principios de septiembre. Trump también ordenó el despliegue del portaaviones USS Gerald R. Ford hacia la región.
Según Brent Sadler, investigador principal en seguridad naval y tecnología avanzada en The Heritage Foundation, la presencia del portaaviones proporciona a Trump “opciones adicionales” en caso de buscar aumentar la presión contra los carteles. Sadler declaró en un correo a Fox News Digital el lunes que la llegada del Ford al área de responsabilidad del Comando Sur no es inédita, pero que, bajo el contexto actual, “busca disuadir a Venezuela de escalar la crisis y ofrece al presidente nuevas alternativas para intensificar los ataques”. Añadió que espera que el ala aérea del portaaviones tenga un rol activo en vigilancia y defensa aérea.
Tras difundirse el movimiento del USS Gerald R. Ford, Maduro acusó a Trump de “fabricar una nueva guerra eterna”, en una transmisión nacional recogida el viernes.
No todos los legisladores estadounidenses apoyan las acciones propuestas por Trump en América Latina. Los senadores Adam Schiff (demócrata por California), Tim Kaine (demócrata por Virginia) y Rand Paul (republicano por Kentucky) introdujeron este mes una resolución sobre los poderes de guerra, que busca prohibir la participación de las fuerzas armadas estadounidenses en “hostilidades” contra Venezuela. En una declaración del 17 de octubre dirigida a la prensa, Schiff indicó que “la administración Trump ha dejado claro que podría lanzar acciones militares dentro de las fronteras de Venezuela y que no se limitará a ataques a embarcaciones en el Caribe”.