Aurora vivió un lunes traumático en su propio estadio. Pasó de tener el partido controlado con dos goles de ventaja a protagonizar uno de los derrumbes más dolorosos del torneo: cayó 2-3 ante Independiente en el Félix Capriles, después de recibir tres tantos consecutivos, los dos últimos en tiempo de adición, por la fecha 24 de la Liga.
El desastre celeste comenzó antes del marcador. A los 38 minutos, aún con el partido 0-0, el equipo perdió a Gabriel González por expulsión. Pese al golpe, Aurora reaccionó bien y dos minutos después se adelantó con gol de Alonso Sánchez. Con uno menos, administró la ventaja y hasta amplió cifras a los 67’, gracias a la definición de Wesley Fangundes. El 2-0 parecía sentencia: el local estaba cómodo y Independiente no generaba peligro.
Pero cuando todo apuntaba a una victoria que le daría un respiro en la lucha por la permanencia, llegó el derrumbe. Alan Mercado descontó a los 80’ y cambió el guion del partido. Independiente tomó confianza, adelantó líneas y encontró premio en la agonía con su goleador, Oscar Damián Villalba, quien firmó un doblete histórico: el 2-2 a los 93’ y el 2-3 a los 99’, dejando en silencio al Capriles.
El triunfo catapultó a Independiente a 33 puntos, metiéndolo entre los seis primeros de la tabla y con boleto provisional a un torneo internacional, algo impensado semanas atrás.
Aurora, en cambio, quedó con un pie en el descenso. Mantiene -5 puntos y, aun ganando todo, apenas podría igualar o superar a Wilstermann (12). La ecuación es clara: el celeste ya no depende de la cancha, solo del Tribunal de Arbitraje Deportivo. Si el TAS no le da la razón en su apelación por el caso Montaño (identidad falsa), está condenado al descenso, al menos de manera indirecta.
