Portugal se enfrenta este jueves a Irlanda (15:45, hora boliviana) en un duelo clave que podría certificar su clasificación al Mundial 2026. En el cierre de la última ventana FIFA del año, la selección dirigida por Roberto Martínez necesita una victoria en Dublín para asegurarse, sin depender de otros resultados, un lugar en la cita que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá.
El partido tiene un trasfondo especial: Cristiano Ronaldo, a sus 40 años, está a punto de disputar su sexto Mundial, un logro alcanzado por muy pocos jugadores en la historia del fútbol. El delantero del Al Nassr, que ha insinuado que su retiro está cerca, podría garantizar una despedida a la altura de su legado con la clasificación portuguesa.
Portugal tuvo la oportunidad de certificar su pase en la fecha FIFA anterior, pero un empate en los minutos finales frente a Hungría aplazó la celebración. Aun así, los lusos mantienen el control de su destino: una victoria ante Irlanda asegura el boleto directo; un empate dejaría a Portugal pendiente del resultado entre Hungría y Armenia, mientras que una derrota aplazaría la definición a la última jornada, aunque con la ventaja en la tabla. Martínez confía en el equilibrio de su equipo y en la experiencia de su capitán para no prolongar la incertidumbre.
Cristiano Ronaldo, consciente de la presión del duelo, afirmó en conferencia de prensa que espera abucheos del público local: “Estoy acostumbrado, quizá esto quite presión a los demás jugadores”. El delantero portugués advirtió que será un partido “difícil”, con Irlanda probablemente replegada y buscando no conceder espacios. Además, fue consultado sobre la posibilidad de marcar el gol 1.000 de su carrera en un Mundial, un hito que sería histórico.
