
España dio un paso casi definitivo hacia el Mundial 2026 tras golear 4-0 a Georgia en Tiflis, mostrando nuevamente solidez defensiva y un ataque imparable. Con este triunfo, la Roja lidera el Grupo E con 15 puntos y una diferencia de goles de +19, lo que obliga a Turquía —su rival directo el martes— a ganarle por siete goles de diferencia para arrebatarle el único cupo directo al Mundial.
El equipo de Luis de la Fuente resolvió el encuentro desde temprano con una primera mitad arrolladora. Mikel Oyarzabal abrió el marcador de penal a los 12 minutos, seguido por un toque magistral de Martín Zubimendi (22") y un tanto de Ferran Torres (35") tras una gran jugada colectiva. España dominó con presión alta, posesión total y un ritmo que desbordó a los locales.
El penal surgió tras la intervención del VAR, que detectó una mano georgiana dentro del área. Oyarzabal ejecutó con autoridad, reafirmando su rol como pieza clave del seleccionador. La vuelta de Fabián Ruiz también fortaleció el mediocampo español, especialmente en un contexto de numerosas bajas: Yamal, Nico Williams, Pedri, Rodri, Carvajal y Huijsen no formaron parte del once.
Fabián participó en el segundo gol con un pase al espacio que Zubimendi resolvió con calidad, mientras que el tercero nació de una jugada entre Baena y Oyarzabal que culminó Ferran, quien igualó en la tabla histórica de goleadores a Sergio Ramos y Alfredo Di Stéfano, alcanzando los 23 tantos. En la segunda mitad, España administró el ritmo hasta que Oyarzabal completó su doblete a los 63 minutos.
Tras el encuentro, De la Fuente destacó la ambición y la solidez de su equipo, que alcanzó su mejor racha histórica sin perder en tiempo reglamentario: 30 partidos oficiales. El técnico celebró la marca y señaló que el equipo mantendrá la misma intensidad hasta asegurar matemáticamente la clasificación. También subrayó la dificultad de mantener el arco invicto —España no recibe goles en cinco partidos— mientras promedia casi cuatro anotaciones por encuentro.