Cultura & Espectáculos

Ovación de Hollywood: Tom Cruise finalmente recibe su primer Oscar

El galardón llega tras años de nominaciones sin victoria. Con gratitud hacia sus colaboradores, homenajeó a los técnicos, actores y realizadores que han formado parte de su viaje.

Tom Cruise agradece con emoción su primer Oscar y promete seguir impulsando el cine desde todas sus facetas, aunque bromea sobre los riesgos físicos.
Cultura & Espectáculos | Redacción El Día | 2025-11-17 21:00:00

Tras una ovación de varios minutos y rodeado de algunas de las mayores figuras de Hollywood, Tom Cruise finalmente recibió un Oscar Honorífico en la gala de los Governors Awards, un reconocimiento que representa su primera estatuilla de la Academia tras más de cuatro décadas de carrera. El actor, visiblemente emocionado, expresó su gratitud a todos quienes han sido parte de su trayectoria y prometió seguir “llevando el cine adelante, ojalá sin muchos más huesos rotos”.

A lo largo de sus 45 años en la industria cinematográfica, Cruise ha sido nominado en cuatro ocasiones a los premios Oscar: tres como actor por Nacido el 4 de julio (1989), Jerry Maguire (1996) y Magnolia (1999), y una como productor por Top Gun: Maverick (2022). Sin embargo, nunca había logrado ganar una estatuilla competitiva, lo que convierte este homenaje honorario en un momento particularmente significativo para uno de los intérpretes más icónicos del cine.

El galardón le fue entregado por el cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu, con quien Cruise trabaja actualmente en una película aún sin nombre. Durante la ceremonia, que contó con la presencia de reconocidos rostros como Steven Spielberg, Leonardo DiCaprio, Hugh Jackman, Octavia Spencer y Elle Fanning, Iñárritu bromeó diciendo que escribir un discurso de cuatro minutos para celebrar la carrera de Cruise era una auténtica “Misión Imposible”, antes de describirlo como “la estrella más grande del mundo”.

Cruise, por su parte, destacó la profundidad humana y la belleza del cine de Iñárritu, definiendo su labor como “hermosa, veraz y profundamente humana”.

Ya en el escenario, Cruise aprovechó para rendir homenaje a los otros galardonados de la noche: el diseñador de producción Wynn Thomas, la leyenda musical Dolly Parton (quien recibió el Premio Humanitario Jean Hersholt) y la artista Debbie Allen. De Thomas remarcó su contribución en She’s Got to Have It (1986), resaltando que marcó “un capítulo excepcional en el cine”; de Parton dijo que es “una auténtica leyenda estadounidense”; y de Allen señaló que representa “una fuerza de amabilidad y una expresión artística única”.

En su discurso más personal, Cruise evocó sus primeros años: recordó que de niño ya quedaba hechizado en las salas de cine, donde la luz del proyector parecía expandir el mundo ante sus ojos. “Me sentaba en un teatro oscuro y, de pronto, el mundo se hizo mucho más grande que el que conocía”, recordó, señalando que esa experiencia despertó en él un hambre de aventura, conocimiento y humanidad.

Afirmó que hacer películas no es simplemente su trabajo: “Hacer cine no es lo que hago, es lo que soy”. Dedicó ese momento también a todos los equipos técnicos y artísticos con quienes ha trabajado, asegurando: “Los llevo conmigo en cada fotograma de cada película que he hecho y que haré.”

Para cerrar, hizo una promesa que arrancó risas y aplausos: se comprometió a seguir apoyando nuevas voces, a proteger la esencia del cine como forma de arte y “ojalá sin demasiados huesos rotos más”, en una directa referencia a su implicación física en sus papeles de acción.