
Japón le ganó a Bolivia por 3 a 0 este martes en el Estadio Nacional de Tokio. La Verde sintió los rigores de medirse con un adversario muy superior futbolística y físicamente. El resultado incluso pudo ser mayor.
Fue el partido de preparación más complicado que enfrentó la selección nacional en esta última parte del año. La presión, la velocidad y la habilidad de los japoneses estuvo por encima de los recursos que Bolivia intentaba poner para tratar de hacerle frente.
Un gol tempranero y otro par recorrida la segunda parte hicieron la diferencia en el score. La selección nacional apenas atinó a tener alguna posibilidad que no consiguió embocar.
Japón se le vino encima a Bolivia de entrada. A los 2 minutos, el golero Guillermo Viscarra evitó el primer tanto en un mano a mano que finalmente ganó poniendo el guante a la pelota para mandarla al tiro de esquina.
No se lograba afirmar la defensa boliviana cuando llegó el 1 a 0 a los 4’. Un ingreso por la derecha hasta el fondo y un centro hacia el segundo palo habilitó a Daichi Kamada, quien controló y remató lejos del alcance de Viscarra.
En esa primera parte fue cuando más se notó la diferencia de rendimiento entre ambas selecciones. El esfuerzo físico de los bolivianos por llegar a cada cobertura fue notorio. Aparte, desde la salida tenía dificultades por la presión japonesa.
No halló vuelta la Verde. A los 22’, de no haber sido por Viscarra hubiera llegado el segundo: el golero nacional logró manotear la pelota con grandes reflejos y ésta pegó en el travesaño y se fue de la cancha.
Bolivia solo tuvo una ocasión cuando en un error en salida de Japón, Fernando Nava sobre la marcha quitó y remató, aunque el balón se fue al costado de uno de los palos.
El equipo de Óscar Villegas tuvo más tiempo la pelota en sus pies durante la segunda etapa y eso le permitió sufrir menos.
Con el ingreso de Robson Matheus y el manejo de Miguel Terceros buscó cuidar el juego desde el medio sector. Lo que le faltó, sin embargo, fue profundidad.
Lo único que logró fue controlar a Japón que, también es cierto, eligió momentos para llamarse a tregua.
Pero los japoneses soltaron de nuevo las amarras para deleitar a su público con otro par de goles.
A los 70’, de un pase filtrado hacia el fondo y un centro de Nakamura al área chica, el joven (16 años) Shuto Machino atropelló y empujó la pelota al fondo del arco.
La más clara de Bolivia en la segunda parte fue un disparo de Moisés Villarroel, quien se animó a poco de haber saltado a la cancha e hizo que la pelota “besara” una de los palos. Fue lo más cerca que la Verde estuvo de descontar.
Con el 2 a 0 el partido ya estaba liquidado, aunque hubo un tercer tanto, logrado por Keito Nakamura con una exquisita definición: control, pisada y movimiento para sacarse la marca de Villarroel y remate preciso embocando para el definitivo 3 a 0.
Bolivia cerró su corta gira asiática de noviembre con dos derrotas, la anterior fue el viernes ante Corea del Sur (2-0).