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El nuevo gobierno y el desafío de resolver la crisis

El nuevo gobierno y el desafío de resolver la crisis
Mario Malpartida - Periodista | Periodista
| 2025-11-18 00:02:00

El presidente Rodrigo Paz, cuando fue candidato, declaró ser de centro-derecha. Eso significa apoyar el mercado libre, defender los valores tradicionales, intervenir como Estado para proteger los derechos sociales, aplicar un enfoque gradualista para realizar los cambios, valorar la iniciativa privada como generadora de crecimiento y riqueza, y buscar el consenso a través del diálogo.

La crisis que enfrenta el país hace necesario que el gobierno gestione un cambio profundo y que apoye a la empresa privada. Para este propósito tiene un gabinete que, a decir del mandatario y sus portavoces, está conformado por profesionales idóneos, y se supone que cuentan también con un excelente nivel de ingenio humano.

En Bolivia se tiene la costumbre de nombrar con el genérico “gobierno” a la organización encargada de administrar los intereses del pueblo, adjudicándole al mandatario las bondades y los males según sean los resultados. Quizá sea necesario ocuparse de cada ministerio para aplicar un juicio crítico sobre sus actividades y compararlas con las responsabilidades específicas asignadas por las normas legales. Según la ciencia política, el Estado es un gran sistema compuesto por varios subsistemas —en este caso llamados ministerios— que se crean de acuerdo con los propósitos prioritarios: algunos, siempre esenciales, como educación, salud, economía, seguridad y relaciones internacionales; y otros que responden a la vocación productiva y comercial del país, como minería, turismo, agricultura, energía, transporte y agroindustria.

Como se trata de ordenar la casa, es imprescindible establecer desde el inicio qué se entenderá como “bienestar común”, pues lo que realmente importa, ante cualquier circunstancia, es proporcionar al ciudadano un grado de bienestar y, por lo mismo, impedir la penuria social, como si esta fuera un paso obligado —así piensan algunos— bajo el concepto errado de que “el fin justifica los medios”.

El concepto “ajuste” asusta: tiene augurio de desgracia. “Primero la patria” es poesía si se descuida el bienestar del ciudadano. Seguramente no es fácil conseguir equilibrio; sin embargo, ese objetivo no admite objeción: se rechaza la pobreza y la precariedad, situaciones más propias de ideologías extremas y, por supuesto, contrarias al principio de la democracia cristiana. El presidente Rodrigo Paz conoce la doctrina social de la religión que practica. Por lo mismo, tampoco es paso obligado provocar agitación colectiva para demostrar capacidad de control: tener éxito al reprimir fue el estilo de quienes acaban de irse.

El concepto “transparencia” se usa reiteradamente en el discurso oficial. Eso significa ser un funcionario abierto y honesto, hacer pública la información para que sea accesible y comprensible para el ciudadano común, fomentar la rendición de cuentas y erradicar la corrupción. En ese sentido, y como ejemplo, el ministro de Economía y Finanzas Públicas debe informar los detalles sobre los tres mil cien millones de dólares de la CAF: tasa de interés, años de gracia, forma de pago del capital y destino de los recursos. Eso es transparencia.

Mario Malpartida - Periodista | Periodista