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| 2025-11-23 21:03:00
- Una conversación que nunca pasó, sin embargo, ahí está…
- En un rincón silencioso del laboratorio, donde los dosímetros parpadeaban como si quisieran advertir pero ya estuvieran resignados, Radiación Ionizante y Seguridad Laboral coincidieron por pura casualidad. Ninguna esperaba conversar, pero allí estaban, compartiendo aire y mala fama.
- Radiación Ionizante: Qué lugar tan acogedor. Plomo por todas partes, trajes gruesos, señales de peligro… casi me siento ofendida. Antes me trataban con más confianza. Ahora parece que soy una amenaza.
- Seguridad Laboral: Qué curioso que digas eso. La última vez que alguien “confió” demasiado en ti, terminó con su ADN escrito en modo aleatorio. Y luego tuve que escuchar reclamos de por qué no advertí más fuerte. Como si yo pudiera agarrarlos de la bata y cubrirlos a la fuerza.
- Radiación Ionizante: Tú exageras. Yo soy parte del universo. Estoy desde antes de que ustedes inventaran sus protocolos y borradores interminables. El problema no soy yo, sino quienes creen que estar expuestos a mí durante veinte años es igual a tomar el sol.
- Seguridad Laboral: Y aun así te las arreglas para romper cromosomas con el mismo entusiasmo con el que otros rompen piñatas. Mira, yo no pido mucho. Solo que la gente use una barrera, mida dosis, no manipule fuentes abiertas como si fueran souvenirs… pero no. Prefieren jugar a ser inmortales.
- Radiación Ionizante: No me culpes porque subestimen mis capacidades. Yo hago lo que hago: ionizar, desordenar, dejar moléculas confundidas. Es mi esencia. Si alguien se acerca sin protección, tampoco voy a ponerme tímida.
- Seguridad Laboral: Y ahí está el asunto. A veces pienso que los humanos creen que contigo no “va a pasar nada”. Luego llegan los síndromes mielodisplásicos, las leucemias, las mutaciones… y todos preguntan con cara de sorpresa qué salió mal. Como si no estuviera tatuado por todo el laboratorio que tú no eres precisamente vitamina C.
- Radiación Ionizante: Admito que hay consecuencias. Pero también soy útil. Diagnóstico, terapia, investigación. Sin mí, estarían palpando tumores como en el siglo XVIII.
- Seguridad Laboral: No discuto eso. El problema es que algunos quieren tus beneficios sin tus precauciones. Y tú sabes muy bien que eso no termina en un aplauso, sino en estudios hematológicos preocupantes.
- Radiación Ionizante: Quizá necesiten recordarlo de vez en cuando. Una pizca de respeto, un poquito de miedo bien colocado. No hace daño.
- Seguridad Laboral: Hace todo lo contrario, y por eso insisto tanto. No es paranoia, es prevención. No quiero más científicos brillantes apagándose por tonterías evitables. Si te quieren usar, que te usen. Pero que lo hagan sin convertir sus médulas en lotería genética.
- Radiación Ionizante suspiró, un destello azul tenue vibrando en el aire.
- Radiación Ionizante: Supongo que en el fondo queremos lo mismo: que la gente deje de comportarse como si la biología fuera invencible.
- Seguridad Laboral: Eso… y que lean los malditos carteles.
- Y el laboratorio quedó en silencio otra vez, con la irradiación y las normas conviviendo como siempre: una lista para causar estragos, la otra rogando que nadie las ignore.
- El que ausculta palabras, donde no llega el bisturí, va la letra…
