Un repartidor (delivery) que circulaba en su bicicleta por la calle Isoso, a una cuadra de la avenida Cañoto de la ciudad de Santa Cruz, terminó golpeado luego de que el conductor de un vehículo lo agredió reclamándole una supuesta infracción de tránsito. El hombre, que luego intentó escapar, fue finalmente aprehendido después de que el caso se hiciera público y la víctima presentara una denuncia formal.
Según contó el ciclista Abner Fernández Gabriel, de 22 años, él avanzaba con preferencia cuando el vehículo le cerró el paso sin frenar. “Yo avanzaba primero y él se me cruzó… discutimos y se bajó a golpearme”, relató.
En el vehículo iban también la esposa del conductor y dos menores de edad. El ataque no quedó ahí. El conductor, vestido con una polera turquesa, bermudas grises y tenis blancos, bajó de su vehículo y lo golpeó en el pecho y la cabeza mientras el joven intentaba cubrirse.
Los gritos hicieron que vecinos y comerciantes salieran a la calle. Varias cámaras de vigilancia captaron el altercado y esos videos fueron recogidos por el propio ciclista como parte de las pruebas.
Abner explicó que no conocía al agresor y que todo se originó por el cruce inesperado del vehículo. Cuando el conductor vio que varias personas grababan, intentó huir.
El ciclista se aferró primero a su polera y luego a la puerta del vehículo para impedir la fuga, pero aun así fue arrastrado unos metros. Buscando ayuda, el joven volvió a la zona para preguntar si alguien lo identificaba.
Vecinos le señalaron dónde vivía el hombre y comentaron que ya había protagonizado otros incidentes. Con esa información llamó a la Policía y esperó a que llegaran los efectivos.
Según su relato, los agentes ingresaron al domicilio, pero aseguraron que el conductor no estaba. “Ellos hablaron con el papá del agresor y me dijeron que se dio a la fuga”, recordó.
Los policías lo trasladaron en una patrulla hasta inmediaciones del estadio Ramón Tahuichi, donde según denunció se reunieron nuevamente con el padre del chofer y le sugirieron “arreglar” en vez de presentar la denuncia formal. Incluso le dijeron que sería un proceso largo y costoso, insistiendo en que “transara”.
El padre del conductor le ofreció 250 bolivianos con resarcimiento para acabar con el conflicto. Abner, que estaba solo y nunca había vivido algo así, dijo que se sintió presionado, pero insistió en presentar la denuncia. Aun así, los funcionarios demoraron en llevarlo a una comisaría y, antes de eso, pasaron por otros puntos de la ciudad.
El incidente ocurrió cerca de las 14:00 del sábado 22 de noviembre y recién pasadas las 16:00 el joven fue trasladado a dependencias policiales. Ya en oficinas, le indicaron que sería “más fácil” investigar si él mismo conseguía el nombre completo del agresor.
Abner solo contaba con la dirección, la identidad del padre y el registro del vehículo. El joven agredido espera que, con las imágenes y las declaraciones, el proceso avance de manera formal.
