“Tío Johnny” y sus ideas avasalladoras

Justo cuando en el país empiezan a soplar vientos de alivio gracias a un renovado discurso sobre respeto a la propiedad privada y cero tolerancia a los avasallamientos, el alcalde Jhonny Fernández sale con una propuesta que va exactamente en sentido contrario. Con su decreto para “certificar posesiones pasivas”, no solo intenta justificar ocupaciones irregulares, sino que las institucionaliza y les otorga un falso valor social. En lugar de fortalecer la seguridad jurídica, abre la puerta a que la invasión de predios —públicos o privados— se interprete como un derecho adquirido, erosionando aquello que el país intenta reconstruir: la vigencia plena de la propiedad. La maniobra, además, juega con la necesidad de miles de familias, ofreciéndoles un papel sin sustento legal que no resistirá un solo amparo. Es una promesa hueca que expone a la gente y legitima el caos urbano. Mientras Bolivia busca blindarse contra los usurpadores de siempre, “Tío Johnny” decide convertirse en su principal habilitador.