Dios te bendiga

Plan de Paz y Justicia para Ucrania y para Rusia

Plan de Paz y Justicia para Ucrania y para Rusia
Mons. Roberto Flock | Columnista
| 2025-12-05 01:16:25

Al ver que muchos fariseos y saduceos se acercaban a recibir su bautismo, Juan les dijo: «Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca? Produzcan el fruto de una sincera conversión» (Mt 3,7-8).

Trump tiene que callarse y guardar silencio. Hasta ahora, los planes propuestos por el presidente estadounidense han sido tan injustos como la misma invasión homicida rusa, y cualquier plan no solo tiene que buscar la paz, sino también la justicia verdadera y duradera. Caso contrario, solo se posterga una solución auténtica de la paz, que garantice la vida y la dignidad de las poblaciones. Tiene que basarse en la justicia. No puede ser una imposición de potencias sobre países “que no tienen cartas”. La potencia bélica de los EE. UU. y las injusticias cometidas por Rusia, que no han logrado hasta ahora ni siquiera un cese de fuego, les han quitado el derecho a la palabra.

Los interlocutores para las negociaciones deben ser la Organización Mundial de las Religiones por la Paz, liderada por la Iglesia Católica, y las Naciones Unidas, acompañadas con campañas mundiales de oración por la paz y la justicia.

Rusia tiene que retirarse por completo de Ucrania, incluso de Crimea, y retornar a los niños secuestrados, además de comprometerse a no atacar jamás a otro país, excepto en caso de ser atacada primero por otra nación.

Tiene que haber un cese de fuego inmediato de todas las partes y un retiro gradual de tropas de las áreas de batalla, así como la repatriación de fallecidos para su sepultura digna.

Hay que ubicar a las Fuerzas Armadas de las Naciones Unidas en la frontera original de Ucrania hasta que mueran Putin y Zelenski, para asegurar que no haya nuevas invasiones ni represalias.

Se tiene que organizar e implementar un programa de reconstrucción de Ucrania, financiado por los países de la OTAN, con un intercambio comercial que beneficie a todos los países del mundo.

Se realizará un desarme gradual de ambas naciones, pero de Ucrania solo en la medida en que se desarme Rusia también.

Se crearán organizaciones internacionales para determinar la verdad de las atrocidades cometidas por ambas partes, con la finalidad de realizar memoriales, repatriar difuntos, pedir perdón y mirar adelante, pero no para buscar venganza. Es imprescindible recordar, celebrar y llorar la verdad para ser consolados y para no repetir nunca más esta tragedia.

Se organizarán intercambios culturales, religiosos, turísticos y comerciales entre Rusia y Ucrania. Se hará todo lo posible para fomentar la amistad entre estos pueblos, mediante oración y encuentros de reconciliación.

Seguiremos adelante con Jornadas Mundiales Anuales de Paz, Justicia y Reconciliación entre Rusia y Ucrania y las demás naciones europeas, con gran énfasis en los jóvenes y niños. «Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados» (Mt 5,6).

Si Putin no acepta estos términos, Europa, con o sin los EE. UU., debe aliarse para la defensa de Ucrania con toda su potencia bélica, para derrotar a Rusia a la brevedad posible, a pesar de la amenaza nuclear, y poner fin a esta pesadilla. Pues, «El que adore a la Bestia o a su imagen y reciba su marca sobre la frente o en la mano, tendrá que beber el vino de la indignación de Dios, que se ha derramado puro en la copa de su ira; y será atormentado con fuego y azufre, delante de los santos ángeles y delante del Cordero. El humo de su tormento se eleva por los siglos de los siglos, y aquellos que adoran a la Bestia y a su imagen, y reciben la marca de su nombre, no tendrán reposo ni de día ni de noche» (Ap 14,9-11).

«Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados… Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios» (Mt 5,6.9).

Dios te bendiga.

Mons. Roberto Flock | Columnista