Las comunidades del municipio de Cabezas; San Marcos, Moroco–Lajita, Moroco El Suspiro y San Marcos quedaron aisladas tras los derrumbes y desbordes provocados por las recientes lluvias. Entre 150 y 200 familias se encuentran incomunicadas debido a la inestabilidad de los caminos y al rebalse de ríos que impide el ingreso de vehículos y la salida de la producción agrícola.
Según los comunarios, el acceso se ha vuelto prácticamente imposible. La vía que conecta a estas zonas sufrió deslizamientos y hundimientos, mientras los ríos Mosquera, La Oscura y la quebrada Suspiro llenaron de arena los pasos y destruyeron puentes improvisados. Varios productores relataron que solo logran avanzar en motocicleta, arriesgándose a que el camino ceda. La falta de acceso afecta directamente más de mil hectáreas de maíz, arroz, yuca, papa, verduras y sandía, además de la salida de unas 2.500 cabezas de ganado destinadas al mercado cruceño.
Frank Banegas, exconcejal de Cabezas, informó que la zona enfrenta una situación similar a la registrada días atrás en Achira, Samaipata, donde los deslizamientos también interrumpieron caminos. Señaló que las comunidades llevan ocho días aisladas y que, para ingresar, es necesario realizar transbordos en diferentes tramos.
Indicó que la emergencia coincide con la etapa clave de siembra y traslado de productos, pero que hasta ahora no han recibido apoyo de ninguna instancia pública.
Los comunarios reportan además que el aislamiento compromete a los grupos más vulnerables. La escuela de Moroco permanece clausurada desde hace dos años por el mal estado del camino, por lo que los estudiantes deben desplazarse hasta Abapó.
Los adultos mayores solo pueden llegar al centro de salud a caballo, y en algunos sectores las motos deben ser cargadas entre varias personas para cruzar el río.
Las familias piden la intervención urgente de maquinaria para rehabilitar los accesos, apoyo para garantizar el suministro de combustible y presencia de las autoridades para evaluar daños y evitar que el aislamiento se agrave con las lluvias persistentes.
