
El viceministro de Defensa Social, Ernesto Justiniano, hizo una proyección este martes sobre la cantidad de hectáreas de coca existentes en el país y estimó que, en el reporte de este año, rondarán las 40 mil hectáreas, cuando el límite legal es de 22 mil.
“Bolivia tiene más coca de lo que necesita para los usos tradicionales. Los cultivos de coca no se han mantenido en 22 mil hectáreas (el límite legal); hasta 2024 estaban en 34 mil y probablemente en el próximo informe (de 2025) vamos a tener casi 40 mil hectáreas, porque este año se ha erradicado muy poco, apenas 1.700 hectáreas”, expresó el zar antidrogas en un contacto con la prensa.
Ayer lunes, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) emitió su informe de monitoreo, que registró un incremento del 10% en los cultivos de coca en 2024. Ese reporte da cuenta de que en Bolivia existe una extensión de 34.000 hectáreas de cultivos de coca.
Según dijo Justiniano, el nuevo informe será presentado en junio de 2026. “Esas 22 mil hectáreas, con un formato de un cato por familia, se han convertido en hasta cinco o seis catos por familia y sólo un 30% de las familias están cumpliendo con que se estipuló con los cocaleros”, explicó.
“La coca se ha desbordado bajo un paraguas legal que le dio el anterior gobierno, en contra de lo que indicaba un estudio de mercado y hemos pedido apoyo a Naciones Unidas y la Unión Europa para hacer un nuevo estudio que defina con claridad cuánto se necesita de consumo legal y en función de ello establecer los parámetros legales que deberíamos tener en Bolivia”, explicó el viceministro.
Las 22 mil hectáreas
Según Justiniano, en 2016 se estableció que el número de hectáreas de coca suficientes para el consumo interno tradicional era de 14.700, pero que esa cifra fue elevada arbitrariamente por los anteriores gobiernos hasta 22 mil.
“El gobierno anterior ocultó y evitó hablar sobre los cultivos de coca y sólo se centró en la interdicción, que es importante, pero se debe mantener en límites legales los cultivos de coca y evitar que sigan creciendo”, apuntó Justiniano.
En ese sentido, expresó que la erradicación de cultivos “vuelve a ser un tema fundamental”, dentro de los “cuatro pilares” que tiene el país como política de Estado en la lucha contra el narcotráfico: erradicación, interdicción, desarrollo alternativo y la prevención.