El oro y la plata renuevan en esta semana de Navidad los máximos históricos en medio de las tensiones geopolíticas y, ante las posibles futuras bajadas de tipos por parte de la Fed, el precio de la onza de oro se ha situado cerca de los 4.500 dólares, mientras que la plata ha superado los 71 dólares.
Tras los nuevos máximos alcanzados ayer, el oro y la plata han renovado este martes sus avances, y el precio de la onza de oro, con una subida del 0,81% a cierre de mercado, se sitúa en 4.479,39 dólares tras alcanzar en la sesión los 4.497,74 dólares.
Impulsada por el metal dorado, la plata ha superado por primera vez en su historia los 71 dólares la onza, y con el mercado ya cerrado ha registrado una subida del 2,56%; y se ha situado en 71,09 dólares.
En lo que va de año, el oro registra un alza que supera el 70%, mientras que la plata ha subido desde enero y a falta de una semana para que termine 2025, más del 14%; por lo que se encuentran en su mayor aumento anual de precios desde el año 1979.
El analista de XTB Manuel Pinto considera que la subida del precio de los metales preciosos se debe a la apuesta del mercado por futuras bajadas de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed), aunque tras sorprender este jueves el dato del PIB de EEUU, en el tercer trimestre, con una subida del 4,3% anualizado, el banco central de EEUU, podría replantearse su política monetaria tendente a las bajadas de tipos.
Un mercado atractivo
Pinto también ha destacado que el atractivo del oro como activo refugio también se ha visto amplificado en la última semana por las crecientes tensiones geopolíticas, particularmente en Venezuela, donde EEUU, ha bloqueado petroleros mientras aumenta la presión sobre el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
En cuanto al repunte de la planta, de más del 145% se ha debido, según Pinto, a entradas especulativas y tensiones persistentes de la oferta en los principales centros de negociación después de una histórica compresión de posiciones cortas en octubre.
Por su parte, el analista de XTB Adrián Hostaled, ha apuntado que actualmente la competencia estratégica entre bloques, EEUU-Occidente frente a China-Rusia, se percibe como de largo plazo, y es ahí donde el oro actúa como activo neutral al margen de sistemas de pago controlados por una sola potencia.
A ello se une, según Hostaled, las crecientes sanciones financieras y bloqueos comerciales, lo que ha llevado a varios países a ver el oro como vía de protección frente a posibles congelaciones de reservas en dólares o euros.
EEUU ya ha confiscado dos buques y el domingo informó de una operación para interceptar a un tercero en el mar Caribe, como parte del bloqueo anunciado por el presidente Donald Trump a la entrada y salida de Venezuela de los petroleros sancionados por Washington, mientras mantiene un despliegue militar en la región visto por Caracas como una amenaza para propiciar un cambio de régimen.
Mercados emergentes
Asimismo, los bancos centrales de economías emergentes han acelerado sus compras de oro para reducir la dependencia del dólar, alimentando una demanda estructural adicional ligada directamente al riesgo geopolítico.
En este escenario, según Hostaled, parte del mercado empieza a ver a algunas divisas refugio tradicionales como menos eficaces ante las intervenciones de política monetaria, lo que aumenta el atractivo relativo del oro, incrementando la inversión institucional en fondos de inversión sobre el metal precioso.
