
Los técnicos se han desplazado a diversas zonas del departamento cruceño para constatar y evaluar las pérdidas causadas por fenómenos climáticos. Sin embargo, la dirigencia del sector ha anticipa cifras desalentadoras.
Las sequías y heladas han dañado en diversa magnitud unas 350 mil hectáreas, equivalentes al 31% de las 1,1 millones de hectáreas sembradas en la campaña de invierno. Fidel Flores, presidente de la Asociación de Oleaginosas y Trigo (Anapo), detalló que unas 200 mil hectáreas de trigo, chía y girasol estaban afectadas por la falta de lluvias desde abril. Otras 150 mil hectáreas de sorgo, chía y soya se vieron golpeadas por las fuertes heladas de la semana pasada.
"El problema que está generando es de que hay cultivos que se pueden perder un 100 por ciento o paulatinamente, en menor escala y para que eso no pase hay que generar inversión por parte del productor", indicó Óscar M. Justiniano, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO).
Situación en los valles
Tomate, pimentón, vainita, carote, zapallito, arveja, papa y maíz fueron los más golpeadas por temperaturas mínimas que rozaron o superaron récords históricos. En Postrervalle se registró -7,8 grados centígrados, Quirusillas soportó -4,1% y el termómetro bajó en Cuevo hasta -4,0 grados centígrados. Incluso en Puerto Suárez y Roboré se llegó a temperaturas bajo cero. También preocupa a los pecuarios el daño infligido a las pasturas, lo que puede causar problemas en la provisión de forraje.
Las heladas anticipan una sequía fuerte y prolongada, indicó Justiniano. Por tal motivo están alertando a los productores para que tomen sus previsiones.
La responsable regional de Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Cristina Chirinos, enfatizó en que los meses de julio a septiembre son tradicionalmente de pocas precipitaciones.