Aitana brilla en el corso cruceño y las comparsas femeninas se superan cada año

El retraso es un punto a mejorar

| | 2024-02-11

Minutos antes de la media noche Aitana comenzó su recorrido en el Cambódromo. La sonrisa no se le borró en ningún momento de su rostro. Y los miles de visitantes retribuyeron la entrega de la soberana expresándole su cariño.

Fue su gran noche. El cierre con broche de oro de un reinado que deja la vara bien alta para el 2025. “Me superó como reina”, dijo hace unos días su madre, Natalia Cronenbold, quien hace 27 años también reinó en el Carnaval cruceño.

“Estoy muy agradecida con todo el pueblo, increíble la cantidad de gente que hay. Gracias por todo el amor”, dijo Aitana Tufiño en un mensaje dirigido a todo el pueblo carnavalero, minutos antes de iniciar su trayecto de 1.500 metros desde el sexto al cuarto anillo. Iba en un imponente carro de 22 metros de largo, en forma de locomotora para simbolizar la transformación del “Carnaval en el tiempo”. Ella lucía un traje en tonos dorados, diseñado por Quito Velasco.

El corso cruceño comenzó a la hora prevista, las 18:30, con el grupo Paso adelante, una de los 16 ballets, que desde este año se llaman comparsas coreográficas. Luego ingresaron decenas de comparsas tradicionales. Los Peines fueron la primera comparsa con carro, donde se lució su reina Verónica I, quien participa como soberana de esta comparsa por segundo año consecutivo.

Los macumberos también llamaron la atención con su presentación de zancos y al ritmo de batucada. Después fue el turno de las 12 comparsas femeninas, que cada año se superan en cuanto a vestuario y coreografías. Varias de ellas usaron trajes con armazones, Las Kuña Porá optaron por un traje donde resaltaba el negro y en las Mitakuña predominaba el dorado. Las Soñadoras, que llevan 14 años participando optaron por las máscaras chiquitanas en sus trajes y su carro. En su vestuario en tonos dorados resaltaba la bandera “verde, blanco y verde”. 

Las gaviotas optaron por elementos tradicionales de la cultura camba en sus trajes como el jasayé o el sombrero e´ sao. Las Si-Guapas evocaron la niñez con trajes inspirados en paletas e incluso regalaban dulces al publico.

Según la Asociación Cruceña de Comparsas Carnavaleras (ACCC), 256 comparsas coreográficas, tradicionales, de mujeres y contemporáneas se inscribieron para participar. La fiesta concluyó en horas de la madrugada. Un punto a mejorar es el horario ya que el paso de la reina estaba previsto a las 21.00 y recién arrancó antes de la medianoche. En anteriores años, la soberana ingresaba tras el paso de algunas comparsas tradicionales, pero esta vez la comparsa coronadora salió después de 58 agrupaciones. 

Así el gran corso cruceño recobró el brillo, luego de tres años marcados por la pandemia del Covid 19 y asuntos políticos que lo opacaron. Ahora comienzan los tres días de mojazón y fiesta en el Carnaval en las calles y en los garajes.