Bajo el penoco

Habló Del Castillo

| 2025-06-05 01:06:51

La calamitosa crisis económica boliviana no deja espacio para simulacros de lealtad. Eduardo del Castillo, el ministro más obediente y leal a Luis Arce —que nunca alzó la voz ante la persecución política ni ante la mala gestión— hoy, ya como candidato presidencial del MAS, exige “decisiones urgentes” a su propio jefe. ¿Por qué este súbito despertar? Del Castillo sabe que el país está al borde del colapso: escasez de dólares, crisis energética, inflación creciente y una población agobiada. Y también sabe que con esta gestión, el MAS no solo perderá las elecciones, sino que podría perder su propia sigla. Su llamado al Banco Central y su apremio público al presidente no son un acto de valentía, sino una maniobra desesperada para evitar que el hundimiento del barco lo arrastre también a él. El silencio cómplice de años se rompe ahora porque el cálculo político pesa más que la convicción. Y no pasará mucho antes de que, como Evo Morales y Andrónico Rodríguez, Del Castillo también empiece a señalar directamente al responsable: Luis Arce.