Muro en la frontera con Chile

Luis Arce debería estar contento con lo que acaba de proponer el líder del Partido Republicano de Chile, José Antonio Kast, quien ha sugerido construir un muro en la frontera con Bolivia para frenar la crisis migratoria que ha crecido en los últimos años. El territorio nacional se ha convertido en el paso obligado de venezolanos, haitianos y personas de otras nacionalidades que, al igual que nuestros compatriotas huyen de la miseria, la violencia y la vulneración de los derechos humanos en sus países de origen. Hace poco, el mandatario boliviano acusó a Chile de intentar “balcanizar” Bolivia, debilitar la nación y apropiarse del litio boliviano. Con un muro puede estar tranquilo, pues reduce las posibilidades de una nueva invasión, como hicieron los chinos gracias a la gran muralla. Los chilenos también saldrían ganando, pues así podrán frenar toda la lacra del contrabando, el narcotráfico, el robo de autos y otros crímenes que son tolerados y en algunos casos, impulsado por el gobierno de Arce. Sin embargo, hay una gran diferencia entre ambos enfoques. Lo del mandatario boliviano es pura fantasía, mientras que el drama que le causa Bolivia a Chile es la pura verdad.